San miró a Yunho, inquietó, buscando forma de preguntar por su mejor amigo sin que esté lo viera meramente curioso.
— ¿Qué quieres, San? — Preguntó Yunho, girándose para verlo, apoyándose levemente en el mesón.
— ¿Y Wooyoung? — San se dio media vuelta, mordiendo su labio inferior, eso no había salido como esperaba, ¿Como podía ser tan descuidado?.
— ¿Wooyoung? — Yunho pareció no tomarle importancia a la pregunta — Ha estado ocupado con sus proyectos de la universidad — Dijo mientras miraba a San, parecía aburrido — Ya sabes, ¿Porqué preguntas? —
San miró a Jeong de reojo, negando.
— Es solo que debo charlar con él, no es nada de gran importancia, de todos modos — Mintió, Yunho asintió, para seguir con el trabajo.
Ya dadas las 8:30 San tomó sus cosas, despidiéndose de Jeong, saliendo del local, hundiendo sus manos en los bolsillos de su suéter para buscar calor, creyó que evadir a Wooyoung desdé lo ocurrido en su departamento ese día sería lo correcto, pero no podía dejar de pensar en él, se reía de el mismo, era patético cada vez que veía su celular, creyendo que el susodicho le escribiría.
No sabía en qué pensaba, pero ya estaba tomando el autobús para dirigirse directamente a la casa de Jung Wooyoung, ¿En que pensaba realmente?. Aún hay tiempo para arrepentise y seguir con su plan de evadir sus propios problemas. "Ya es tarde para arrepentimientos", pensó, por qué ya estaba bajando del autobús, y se dijo a si mismo, "Es momento de enfrentar ésto", cuándo tocaba a la puerta de Wooyoung.
San miró a Wooyoung con curiosidad, el chico tenía las mejillas con pintura y una barra de pegamento en sus manos.
— ¿Qué haces aquí? — Preguntó Wooyoung, con fastidio.
— Tenemos que hablar — San volvió a aquella faceta dura que siempre mostraba con el chico frente a él, Wooyoung negó, para su sorpresa lo hizo.
— Estoy ocupado, San, no estoy para tonterías — Dijo, dispuesto a cerrar la puerta. San colocó sus ojos en blanco, para luego empujar la puerta y con ello, a Wooyoung, entrando a la casa.
— Bien, lo que sea que estés haciendo debe esperar — San tomó los hombros de Wooyoung, acorralandolo en la pared, Wooyoung mordió su labio inferior — ¿Estás ignorandome? — Preguntó con una ceja alzada, mirándolo cautivadoramente.
— No es qué éste ignorandote, es qué simplemente no me interesas San, no me interesa lo que haces, ni lo que te pasé, en lo absoluto, será mejor que te vayas —
Aquellas palabras golpearon más a San de lo podría haber imaginado, ahora se encontraba molesto, Wooyoung estaba siendo tan arrogante.
— Casi nos revolcamos Wooyoung — Dijo tomando el mentón de éste, presionando con su cuerpo contra el del chico.
— Eso no ocurrió, y no ocurrirá, ¿Qué quieres, San? — Wooyoung rodeó la cintura de éste con sus brazos, atrayendolo, todo estaba siendo irónicamente contradictorio.
— ¿Estás seguro?, vamos Wooyoung, no juegues conmigo — Susurró acercando su boca a la del contrario. Sus labios se tocaron y San no pudo ocultar la sonrisa burlesca en sus labios al momento en el que Wooyoung jadeó.
— Bésame — Jadeó Wooyoung, sin desear abrir sus ojos, por qué estaba comportándose tan patéticamente, se avergonzaba de sí.
— Mírame — Susurró San, tomando las mejillas de Wooyoung con su mano derecha. El chico negó, entonces San apretó estás con fuerza — Dije que me miraras Wooyoung, ahora — Demandó.
Wooyoung abrió sus ojos, viendo al chico frente a él, rogando con la mirada. San sonrió, en ese momento Wooyoung comenzó a llorar, no sabía que estaba ocurriendo, solo comenzó a llorar, sintiéndose pequeño ante Choi San.
— ¿Wooyoung? — El chico acunó sus mejillas entré sus manos, y secó sus lágrimas, indagado.
— Bésame — Dijo conectando su mirada con la del chico frente a él — Ahora, San —
Sus labios fueron presionados contra los de San. Sus manos acariciaban los cabellos de pelinegro mientras su lengua se enredaba con la del contrario, gimió cuando San mordió su labio y succionó su lengua.
— No quiero que vuelvas a ignorarme como lo hiciste, ¿Bien? — Susurró San contra su cuello. Wooyoung asintió sumiso.
Su cuerpo casi cae cuando San soltó de él, saliendo de la casa, no sin antes sonreírle, causando un escalofrío en él, lo odio, y comenzó a llorar nuevamente, ¿Por qué lloraba sin razón aparente?.