Perfecto // Imperfecto

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Todos estos años de vida Park Jiwon se había considerado una persona feliz. Tenia padres amorosos, riqueza, amigos por montones y tenia a Gyuri. Siempre había estado rodeada de felicidad o eso creia hasta que conoció a Hayoung aquella chica genial que le trajo tanto, pero ahora no puede evitar sentir que le falta todo.

Era Hayoung a quien quería, pero ¿por que pensaba en Gyuri?. La obsesión por esa chica genial había llegado muy lejos tan lejos hasta a hacerla llegar a no tener nada ni si quiera tenía a alguien que le abrazara. Alguien en quien poder apoyarse ahora mismo que está apunto de llorar por aquellas frías palabras de Jisun.

Pero aunque fueran palabras crueles al final de cuentas Roh tenía razón era una jodida hipócrita y egoísta. Solo jugó con los sentimientos de todas para forzar a Hayoung a enamorarse de ella y ahora piensa en Gyuri, todo eso la ponía muy mal. Diablos no quería llorar nunca había sido de aquel tipo. Nunca había sido sentimental no se consideraba débil, pero sus ojos sentían lo contrario. Estaba entre una lucha con sus lagrimas cuando escuchó una voz detrás de ella.

—Nunca te he visto llorar y no quiero que lo hagas ahora.

Era la pequeña pelinegra que conoció hace poco quien llegó a interrumpir su explosión de emociones.

—¡Seoyeon! Y- Yo

—No tienes nada que explicar Unnie solo apóyate en mi.

Jiwon no lo pensó dos veces y abrazo aquella chica quien había aparecido en su vida cuando más lo necesita. Seoyeon se separa del abrazo tomándo a Park por los hombros capta la atención de su anhelada chica y le sonríe  a lo grande. Aunque precisamente el estado de está no sea favorable ahí se encuentra la pequeña pelinegra con toda la disponibilidad del mundo para sanar a Park Jiwon.

Por que incluso si hubiera sido ella quien ocasionará tantas cosas para asegurarse de tener el camino libre con la rubia. La sonrisa desganada que le da es suficiente para justificar todo lo que ha hecho y está por hacer. Lee Seoyeon lo sabía desde que la vio por primera vez. Sabía que Park Jiwon será su novia, pero lo que no sabe es que hay nuevos sentimientos en su perfecta rubia.

Sentimientos que definitivamente no le favorecen...

                                                                                               [—]

Hayoung y Gyuri están sentadas en una banca de un pequeño parque Gyuri analiza las palabras que dira para terminar con lo que se supone está teniendo con la pequeña castaña. Es hora de dejar que Jiwon sea feliz y si esa chica que está a su lado es la chica genial dela rubia, si esa chica es su felicidad y no ella, simplemente debe aceptarlo. Jiwon merece lo mejor del mundo y si para ella esa chica lo es, Gyuri se lo dará.

Mientras Hayoung solo toca sus rodillas desnudas con algo de nerviosismo. Gyuri está a punto de hablar cuando nota aquella acción de la castaña. Y no puede evitar ver las heridas en sus rodillas sin preocuparse.

—¿Estas bien?— Dice con preocupación Hayoung no parece saber que habla la pelinegra hasta que nota la mirada de esta en sus rodillas trata de cublirlas y restarle importancia.

—No es nada sólo me he caído.— trata de sonar lo más despreocupada posible, pero Gyuri no le cree.

Hayoung se siente mal por mentirle a Gyuri, pero tampoco puede decirle que se ha hecho esas heridas peleando con la presidenta de la clase Roh Jisun en ese mismo parque y justamente por ella. Así que  solo se encoge de hombros.

—Pronto sanaran — dice acompañando sus palabras con una risa nerviosa.

Mientras por dentro reniega ya que se trata de una mentira más hacia Gyuri ya que ni si quiera las ha curado. No tuvo tiempo para eso así que trata de esconderlas sin más.

La pelinegra niega con la cabeza mientras levanta su mochila y de ella saca una botella de agua y curitas que regularmente usa para las heridas que suele hacerse en sus entrenamientos de basketball.

Hayoung al ver lo que la pelinegra está por hacer no puede evitar pensar que Gyuri parece ser la única persona que habla con ella seriamente y la única persona a la que parece importarle.

Siente la fría agua en sus heridas y no puede evitar retorserse por la sensación de dolor. Gyuri levanta la mirada y le da una cálida sonrisa. Eso le basta a Hayoung para que todo le deje de doler.

¿Como podría si quiera pensar en alejarse de Gyuri?. Solo por que las personas piensan en lo tan poco que es para esa pelinegra. No las culpa por pensarlo, ella también cree en eso, solo las culpa por no tener idea de lo que Hayoung está dispuesta hacer para aferrarse a Gyuri.

La pelinegra coloca un par de curitas en ambas rodillas y vuelve a sentarse junto a ella. Esta a punto de hablar cuando ve las lágrimas de la castaña asomarse tras su cabeza agachada. 

Se preocupa y le levanta la mirada ¿porque esa chica llora?. Las heridas se ven grandes pero para Gyuri son soportables. No cree que a Hayoung pueda dolerle demasiado, no ha usado más que agua así que su dolor no tiene sentido.

Después de abandonar sus pensamientos nota como aquella pequeña castaña la mira con lo que parece ser una felicidad inexplicable y siente como se avienta sobre su cuerpo y la aprieta con sus brazos.

Y es que para Hayoung, Gyuri no sólo le ha sanado las heridas de sus rodillas también las de su corazón. Y la castaña tiene muy en claro que no cederá, no tiene ni la más mínima intención de dejarla ir. Ha decidido que se aferrara con todas sus fuerzas a la pelinegra que tiene en sus brazos aunque las cosas se compliquen.

Por qué es la perfecta Jang Gyuri quien es dueña de todo su imperfecto ser.