CAP 10

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El juicio
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Mis ojos sacudidos por la adrenalina y el miedo repentino buscan los suyos, pero Wion y Noiw no pueden hacer nada más que desearme suerte y despedirse con un gesto silencioso.

Abandono el cómodo asiento con fina madera tallada en su base y mi cuerpo se pasea con vida propia entre las hileras de sillas. Siento miles de ojos sobre mi; a mi parecer apenas la docena de Lords que ocupaban la sala hace un segundo se habían duplicado, hasta triplicado.

Mientras que mi anatomía, vestida por un traje simple con colores similares a los de las guardianas del tiempo, es recorrida por todos en el salón solo puedo concentrarme en no tropezar y acabar de bruces en el suelo.

No me doy cuenta de cuando llego. Solo sé que el mismo joven de antes con traje lila y negro tiende una bandeja en mi dirección, justo antes de subir el último escalón hacia el espacio destinado para declarar.

– Gracias – es lo único que atino a decirle y tomo la pastilla dorada.

Cuando mi cuerpo la recibe, no presiento nada diferente. Así que alargo mi mano hacia el vaso de agua que me pasa unos segundos luego y doy sorbos pausados, le regreso el recipiente vacío.

– Calma, el GJ no va a comerte.

Una suave voz se desliza por el aire, procedente del chico con traje y observo sus ojos color miel, casi dorados. Las comisuras de su boca se alzan ligeramente al recibir el peso de mis ojos y le devuelvo la sonrisa con torpeza antes de subir el último escalón y sentarme en el reducido espacio al lado del juez.

Sorprendentemente, me siento más tranquilo y mientras escucho al GJ pedir silencio, le agradezco en mi mente al chico de ojos miel.

– Ahora bien; joven Luke, ¿Qué pasó el día en el Dylan fue detenido?– su grave voz pregunta.

Tomo aire y lo dejo salir, a continuación les cuento todo. Como Samantha nos engaño y casi arruina el plan, los carros misteriosos que escaparon y están siendo buscados, hago énfasis en la valentía del club Lord al luchar y lo que pasó en el último piso.

– ¿Así que es verdad que tu fuiste el que envió a Dylan aquí?– pregunta al finalizar mi relato y contesto en una afirmación.– Ya veo, ¿Alguien tiene preguntas?

Esto último es dirigido hacia la primera mesa, donde la media docena de Lords están terminando de escribir mis palabras.

Lirux finaliza su tarea y se gira hacia sus colegas, no salen palabras de sus bocas, pero sé que se están comunicando entre sí. Después de, lo que supongo, es una retroalimentación, la mujer de ropas coloridas se gira otra vez y clava su mirada en mis ojos.

– Adelante, señorita Lirux. – concede el GJ luego de que la aludida alza su brazo. Supongo que ya era de esperar que iba a tener preguntas, pero todo hace parte de un protocolo.

– Joven Lord, Luke Forbets, ¿Puede decirnos cómo envío hasta aquí el alma y cuerpo de Dylan?– interroga.

– Use el hechizo de las guardianas tiempo, para enviar el espíritu de los casi sin vida al espacio cero. – respondo, recordando como el cuerpo de Dylan se hizo polvo alguna vez entre mis manos.

La sala contiene la respiración y Lirux mira con escepticismo al juez.

– ¿Wion y Noiw te lo enseñaron?

EL CHICO DEL TIEMPO #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora