|•Capítulo 23•|

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|Tocarte|

Desperté al escuchar la cerradura de la puerta siendo abierta. Me levanté rápidamente pero al mismo tiempo con cuidado de no despertar o causarle algún dolor al cuerpo malherido de mi hermano.

- Buenos días hijo.- Dijo mi madre con una sonrisa luego de adentrarse a la habitación, <<¿Cómo puedes sonreír con todo lo que a pasado?>> pensé, y en ese momento entró Do Hyun también con una sonrisa en el rostro.

- ¿Qué hace esa maldita aquí?.- Pronuncié sin ninguna vergüenza, la
rabia me inundó nuevamente, tuve que apretar mis puños fuertemente para evitar lanzarme sobre Do Hyun y golpearla hasta el cansancio.

- ¡Jimin! ¿Por qué le dices así?.- Preguntó mi madre con rostro de inocencia, realmente estaba ardido, <<¿Está de parte de Do Hyun?>>

- Esa desgraciada casi mató a Jungkook.- Fulminé con la mirada a las dos personas sin sentimientos que se encontraban frente a mi.

- Se que estuvo mal, pero ya la reprendí, además ella me dijo que Jungkook había comenzado a golpearla sin razón y ella solo se defendi...

- ¡¿Con un maldito látigo?!, ¿De verdad eres tan ilusa, mamá?.- Grité interrumpiéndola, no podía creer que mi madre estuviese apoyándola y además de eso se hubiera creído toda aquella chorreada de mentiras que habían salido de aquella sucia boca.

- No me hables así Jimin, yo soy tu ma...

- ¿Mi mamá?... Una madre no hace eso, una madre no permite que le hagan daño a su hijo.- Corté sus palabras una vez más.

- Jimin ¿Pero que te pasa? ¿Por qué me tratas así?, ese mocoso de Jungkook te a metido todas esas cosas, ¿verdad?.

<<¿Quién es esta mujer?>>

- ¿Cómo? ¿mocoso?, pero si es tu hijo ¿Qué mierdas te pa...- No pude terminar aquella frase, mi madre había descargado una letal cachetada contra mi mejilla, haciéndome caer al piso.

- ¡NO LO GOLPEES!.- Alcé la vista y me encontré a mi hermano tratando de sentarse en la cama. Inmediatamente olvide todo el dolor y ardor que sentía en la piel de mi rostro y corrí hacía él.

- No te levantes kookie.- Hablé acostando su adolorido cuerpo de vuelta a la cama.

- Tú no me grites, recuerda lo que eres.- Sentencio mi madre con una mirada furibunda dirigida a Jungkook.

- Me alegro de no venir de una maldita basura como tú.- Quede boquiabierto ante las palabras de mi hermano.

- ¿Qué?.- Susurre viendo a Jungkook quien no despegaba su vista de mi madre.

- Lo que digas, me alegro profundamente que Do Hyun te dejará así... Engendro .- Culminó la que se suponía que era nuestra "madre", me dedicó una mirada que no sabría como interpretar y salio de la habitación junto a Do Hyun, cerrando la puerta con fuerza y pasando el seguro bruscamente.

- ¿Qué fue eso Jungkook? Explícame por Dios.- Mi hermano sólo suspiro.

<<¿Qué pasa con mi madre? ¿Qué pasa con Jungkook?, ¿Por qué no se una mierda?>>.

- Jiminie... ¿Me harías un favor?.- Habló por fin Jungkook, me pusé frente a él para que viera mi rostro de enfado y confusión, pero al ver su mirada triste y vacía, mi corazón se encogió, aún no entendía su comportamiento, o el de mi madre, sólo sabía que esto no iba por un buen camino y Jungkook sufría... Sufría mucho.

- S-si.- Respondí no conforme.

- ¿Me darías tiempo?, de verdad esto no es nada fácil para mí, te prometo que en su momento te contaré todo, pero... necesito tiempo, sólo quiero comprender todo... sólo...- su voz se quebró y las lagrimas comenzaban a correr y correr por sus mejillas.

Me acerqué a el cuidadosamente y lo abracé tratando de no causarle dolor, pero... era imposible, su dolor no era sólo físico, sino psicológico, había descubierto algo que lo destrozó y no sabía como decírmelo porque aun él no lo entendía, y yo con mis tonta confusión solo lo hacía sentir peor.

- Está bien kookie... sólo prométeme que algún día me lo dirás.- Tomé su rostro con mis manos, esbozando toda la delicadeza posible y observe como asintió. Sonreí y limpie las lágrimas que aún corrían por su rostro, hasta llegar a su mentón, donde se acumulaban y resbalaban por su cuello, alcé mi camisa para lograr quitar aquellos caminos mojados que yacían en su, un poco bronceada, piel.

- Lo prometo.

 Sentí como uno de los brazos de Jungkook se movía lentamente bajo las sábanas. Uno de sus dedos tocó mi abdomen desnudo, abrí los ojos como platos al sentir su tacto, mi piel se erizaba de punta a punta haciendo escapar un suspiro inseguro de mis labios.

Sin previo aviso la mano de Jungkook se deslizó por todo mi abdomen, sin ningún pudor, dibujando figuras abstractas en este, yo sólo podía jadear y suspirar ante su suave toqué, cerré los ojos haciendo mas placentero aquel momento. Su nudillos ascendieron rozando de manera casi invisible mi piel, <<Me está torturando>> pensé. Su mano llegó a mi pecho, específicamente a mis pezones, los cuales masajeo y halo con la yema dedos poniéndolos instantáneamente erectos, un gemido agudo se escapó de mi boca, mordí mi labio inferior para reprimirlos, <<¿Cómo aprendió esto?>>. Podía sentir como las comisuras de los labios de Jungkook se curvaban, disfrutando las expresiones de mi rostro, y en eso su mano desapareció de mi pecho hasta viajar a la cinturilla de mi pantalón e inmediatamente reaccioné.

- ¿Qué ha-haces?.- Me alejé un poco y bajé mi camisa, dejando a Jungkook con un puchero en su rostro.

- Quiero tocarte.






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🌼💙Gracias por leer galletitas 🌼

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El Ático (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora