|•Capítulo 30•|

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N u e v o

Caminábamos a pasos sigilosos a lo largo de aquel pasillo, ya nos encontrábamos cerca de las escaleras.

Asomé mi cabeza fuera de la puerta que nos alejaba de aquellos escalones y visualicé cada rincón que se me permitía ver desde aquel ángulo. Mantenía la mano de mi hermano junto a la mía.

-Está libre.- Susurré y el asintió. Empujé con delicadeza la puerta y salimos.

-Wow ¿Qué pasó aquí?.- Preguntó Jungkook en voz baja. Sus ojos permanecían de par en par.

Nuestros ojos se pasaban por aquel lugar. No lo podía reconocer. El estilo de la casa había cambiado por completo. ¿Qué había ocurrido aquí?.

-No lo sé, y tampoco me interesa.- Suspiré. Voltee encontrándome con aquellos ojitos avellana que me enloquecían.

-¿Por dónde empezamos?.

-Primero tenemos que asegurarnos de que todo esté solo.

Jungkook asintió.

-Vamos a separarnos. Tu revisa por el lado de la piscina y yo iré por la cocina, cualquier cosa, corres y me buscas ¿Ok?.- Indiqué y Jungkook asintió nuevamente dirigiéndose al lugar que yo le había ordenado.

Caminé hacía el comedor admirando la nueva decoración. ¿Tanto había cambiado el mundo en tan sólo dos años?.

Dí largas zancadas hasta llegar a mi destino. Me asomé silenciosamente verificando que todo estuviera en orden. Cuando al fin estuve seguro, decidí entrar.

"Impresionante". Esto parecía la cocina de un palacio. Mesas de granito, cerámica de color marfil y estantes de madera llenaban aquella habitación. Nada era como yo lo recordaba, todo había cambiado por completo.

Unas manos me rodearon la cintura.

Cerré los ojos con fuerza, un escalofrío recorrió mi columna vertebral tensando mi cuerpo al instante. Tragué saliva dificultosamente y con todas mi fuerzas me volví en dirección al dueño de aquellas manos dispuesto a encestarle un golpe, cerré mi mano y la dirigí hacía aquel desconocido.

-¡Soy yo!.- Abrí los ojos y detuve mi puño cerca de la cara de Jungkook.

-Maldita sea kookie, estuve a punto de golpearte ¡No me asustes así!.- Grité histérico, aflojé mi puño y sostuve su rostro en mis manos.- No quiero terminar cortándome la mano.

-Lo siento, Jiminie.- Jungkook hizo un puchero. "Este niño".- Quería decirte que todo esta libre y que encontré una nueva habitación.

-¿Cómo?.- Fruncí en ceño.

-Construyeron una parte nueva en la casa.- Comentó Jungkook y yo profundicé mi ceño fruncido.

-Muéstrame.- Asintió y me arrastro con él hacía aquel lugar.

-Cruzamos la casa hasta llegar a la zona dónde se suponía que se encontraba la piscina, pero lo único que conseguimos fue un largo pasillo de paredes rojas.

- Nos adentramos y anduvimos por aquel terreno desconocido.

-¿Cuándo hicieron todo esto?.- Cuestioné observando una puerta que se encontraba al final del pasillo. "¿Qué se suponía que era todo esto?".

-¿Recuerdas hace unos meses cuando se escuchaban esos molesto martillazos en el ático?.- Asentí.- Bueno, creo que era esto.

Lo medité y asentí nuevamente, era lo más seguro.

-Que hagan lo que quieran, igual nos iremos de aquí.- Suspiré. Detuvimos nuestro andar frente aquella imponente puerta, era de color blanca con detalles dorados en su extensión. El pomo era del mismo color de los detalles.

El Ático (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora