Your daughter calls me daddy Too #1 (Pronto en edición)

‣ 34.

~ 4 meses después. ~

Cuando yo tenía 17, comencé mi verdadera historia, mi vida, lo que soy hoy en día.

Cuando tenía 17 conocí el verdadero odio, conocí el dulce sabor de la venganza, lo hermoso del amor, conocí tantas cosas...

- ¿Estás lista? - sonríe Anna emocionada.

- ¿Lista? ¿Quién en su sano juicio está listo para su gran día? ¿Quién? - pregunto nerviosa.

Ana ríe y me abraza. - Oh, mi niña... Cuánto has crecido. - murmura cual madre orgullosa y besa mi cabello.

- Sólo estoy segura de algo en la vida... Ana. - sonrío y me giro a verla. - Y es de que estoy completamente enamorada de Alek y quiero pasar lo que me resta de vida junto a él. - murmuro. Desvío la mirada hacia el suelo por un segundo y nuevamente la subo hacia Ana. - Ana, quiero que sea el padre de mis hijos y la causa de mis sonrisas. - susurro.

- ¡Ow! - sonríe. - ¡Mira cuan descongelado está tu corazón, Kat! - besa mi mejilla.

- Chicas, es hora. - Entra Ivana con una sonrisa.

Me giro a verla y sonrío. Beso la mejilla de Anna y salgo al encuentro con mi padre.

- ¿Lista? - habla en su frío tono.

Me planto frente a él y lo veo molesta. - ¿Podrías por favor dejar de tratarme como si fuese nada en tu vida? ¡Llevo tu sangre Yerik! ¡Reconóceme eso aunque sea! - me cruzo de brazos. - ¿Podrías hacerlo aunque sea hoy? - gruño.

Mi padre me ve sorprendido, con la boca abierta, sin habla. Resoplo y me giro preparándome mentalmente para entrar a la gran iglesia.

- Solo... Relájate, hoy es tu día... - murmuró en un intento de relajarme. Inhalo y exhalo un par de veces. - Vas a casarte. - una sonrisa se extiende en mi rostro sin necesidad de ser forzada y la felicidad y los nervios vuelven a mí.

Veo a Alek a lo lejos con su traje, se ve tan hermoso y perfecto ante mis ojos, su cabello negro "peinado" hacia la derecha, lo digo entre comillas porque está ligeramente despeinado, pero se ve tan perfecto, tan sexy...

- Bien, vamos. - murmura seco. Entonces todas las emociones que, según yo había guardado bien, se revuelven volviéndose una sola y explotando.

- ¡¿Por qué no puedes tratarme como un verdadero padre?! ¡¿Por qué me has negado todo el amor que debería tener?! ¡No fui yo quien te hizo estéril o quien pidió ser mujer!

Derramo un par de lágrimas y las seco al instante con cuidado de no regar mi maquillaje y estropearlo. Dos brazos me rodean y coloca su cabeza en mi hombro.

- Perdóname... - murmura. - Perdóname por todo lo que te hice, por cómo te traté estos años, por no haber sido un padre amoroso, aún recuerdo mi rabia al saber que salías con Andrews, te llevé a vivir de regreso conmigo después de lo de Müller, sé que fui duro al intentar alejarte de él y veía ante mis ojos cómo te negabas y me desobedecías escapándote con él por las noches, hasta que una noche te vi salir por la ventana de tu habitación, te lanzate del tercer piso, Katya, sólo por irte con él, y él te atrapó con tanta firmeza, caíste sobre él y los vi reír y besarse y fue cuando supe que te tenía que soltar, que lo amabas, que te amaba, que se amaban... - escucho cómo sorbe sus mocos indicándome que estaba llorando. - Que tenían algo incluso más fuerte de lo que tu madre y yo teníamos, algo real, algo duradero, sé que no fui bueno cuando me pidió mi bendición para que ustedes se casaran, y sé que sólo sabes de una vez, pero Alek iba día tras día a mi oficina para convencerme, hasta que le di el sí, tienes diecinueve, llevas tu tercer año de carrera y el segundo de tu segunda carrera, eres inteligente, exitosa, sacas 2 empresas adelante con ayuda de Alek, y no puedo creer que tú, siendo tan inteligente, tan eficaz, tan... Perfecta. - susurra y levanta la cara para verme colocándose nuevamente en su posición recta. - Seas hija mía, de un tipo fracasado que lo único que hizo fue sacar una empresa adelante, hizo mucho dinero, peor nunca trató a su hija cómo debía, realmente lo siento. - murmura y limpia con el dorso de su mano sus mejillas.