Sexto grado terminó, el último año de la primaria y por fin pasarían a la secundaria. La mayoría ya había cumplido los doce años, pero se sentían como de dieciseis esa noche.
Era la primera fiesta a la que iban, y todos los del salón estaban emocionados. Los diferentes grupos de chicas se prepararon juntas, para alegría de sus madres. A las siete tenían que estar en la casa de Maddy, quien había rogado a sus padres para que le dejaran hacer la dichosa fiesta de fin de curso.
Alexa, Rachel y Josephin se prepararon juntas en la casa de la última, mientras cuchicheaban emocionadas y bebían jugo de manzana. Cuando estuvieron listas, la señora Greene las llevó.
Maddy las recibió emocionada, diciéndoles en secreto que Carl, el chico que le gustaba en ese entonces, había llegado hace poco y se veía muy lindo. Luego pasaron a la sala donde estaban sus compañeros reunidos.
Rodrick estaba ahí, claramente. Saludó a Alexa con el saludo especial que habían creado y perfeccionado durante toda la primaria, y le dijo que se veía particularmente fea esa noche. Ella le respondió que él se veía igual de tonto que siempre, a lo que ambos comenzaron a reír.
La fiesta siguió, la madre de Maddy y la de Josephin controlaban todo desde la cocina y les llevaban papas fritas, palomitas y gaseosas. Luego de un rato, la señora Greene se marchó y la señora Andrews subió al primer piso, dejando a los pre-adolescentes solos.
-¡Es el momento!-anunció entusiasmada Maddy mientras traía una botella de vidrio vacía y hacía que todos se sentaran en una ronda.
-¿El juego de la botella?-preguntó Josephin un poco asustada.
-No, ¡Aún mejor! Jugaremos siete minutos en el cielo.Las chicas se miraron entre ellas, soltando risitas nerviosas. Maddy haría todo lo posible para que le toque con Carl, mientras que Alexa se moría porque le toque con Clark Evans.
Empezaron a jugar. Claramente no pasaba mucho cuando iban a esa habitación más que algún beso en la mejilla, pero todos estaban eufóricos por las implicaciones del juego. Luego de varios turnos, la suerte se puso del lado de Alexa y, mientras que la base de la botella apuntaba hacia ella misma, el pico apuntaba hacia Clark.
Rodrick no jugaba, pero veía todo desde lejos junto a Ben y además sabía cual era la habitación.
Recordó que hace mas o menos una semana, Alexa había tenido la terrible idea de contarle lo del asunto de Clark. Así que ahora, vió que ellos eran la pareja siguiente y no fue algo que precisamente le agradó, pero tenía un pequeño plan que ya había puesto en marcha.
Ella estaba nerviosa pero emocionada. Caminó hasta la habitación con Clark siguiéndole, el le sonreía suavemente y se veía algo nervioso también.
Cuando abrió la puerta y entró, ocurrió algo inesperado.
Sintió que le caía un balde de agua fría encima.
Quedó parada en el lugar, en shock. Pronto se dió cuenta que en realidad no era agua sino gaseosa y provenía de un pequeño cubo rojo de plástico que por suerte no había golpeado su cabeza.
Escuchó una risa, que reconoció al instante: Rodrick. Era obvio que algo así era obra de él.
Volteó para verlo con furia, pero él apenas la miró, quiso gritarle e insultarle pero estaba demasiado mortificada para hablar. Luego se enfocó en Clarke, quien estaba confundido y sin saber muy bien que hacer llamó a Rachel.
Alexa huyó de ahí y fue hasta el porche de la casa. En el camino se cruzó con algunos de sus compañeros, que la miraron sin entender nada.
Se sentó en las escaleras de la entrada y en contra de su voluntad, comenzó a llorar.
Se sentía furiosa, humillada y herida en su orgullo, además de que había perdido tal vez para siempre la oportunidad con Clark. Pero lo peor, se sentía profundamente traicionada.
La puerta se abrió y Rachel salió con una toalla. Vio que detrás de ella estaba Rodrick, quien ya no reía, pero Rachel le cerró la puerta en la cara.
Se sentó a su lado, la envolvió con la toalla y la abrazó por los hombros. Le dijo que ya le pidió a Josephin que llamara a su madre, y que si quería podían irse juntas. Alexa ya más calmada le dijo que no hacia falta, que lo único que necesitaba era que nadie se enterara de lo que pasó, por el bien de su dignidad.
Así que nadie jamás supo nada, solo Alexa, Rodrick, Clark y Rachel. Esta última amenazó a los dos chicos con éxito, así que todo resultó bien.
Rodrick sabía que estaba enojada, pero nunca se dio cuenta de lo mucho que la lastimó.
Durante las vacaciones, intentó llamarle pero ella se había ido a Los Ángeles con su madre y se rehusaba a responder. Él tuvo miedo de que quizás haya decidido hacer la secundaria allí.
Para su alivio, cuando comenzaron las clases, ella estaba ahí. El problema fue cuando intentó hablarle y Alexa lo ignoró por completo.
Esperó un poco más de tiempo, pero nada la hacía ceder. Ella seguía actuando como si él no existiera. Probó hacerla reír, usar a sus amigos de palomas mensajeras, tirarle notas en el medio de la clase pero nada resultó.
Pasaron las semanas y los meses, y él dejo de intentar. Para cuando pasaron dos años, era como si nunca hubieran sido amigos. Solo quedó un resentimiento camuflado con desagrado, pero incluso eso se terminó esfumando. Eran completos extraños.
Hasta que llegó esa maldita tarea.
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New Feelings
FanficAlexa y Rodrick llevaban cuatro años sin hablar, y podrían haber sido muchos más si no fuese por las tutorías que la profesora Jefferson obligó a toda la clase a hacer. Alguna vez fueron amigos, pero la secundaria los separó y puso en contra del ot...