Capítulo 18: Bubblegum Night

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El miércoles Alexa guardaba libros en su casillero cuando sintió que alguien le tocaba la cintura. Volteó lista para soltarle un insulto a Rodrick, pero no era él. Era Mia.

La semana anterior, el profesor de historia hizo que se sentaran juntas para un ensayo así que ahora hablaban de vez en cuando, y a Alexa cada vez le caía mejor.

-Oh, hola-la saludó, confundida por un momento.
-Creo que esperabas que fuese otra persona-le respondió divertida la porrista-Escucha, hay Bubblegum Night mañana.
-¿Q-qué? ¿Tan pronto?
-Lo que oíste, nena. Hay muchas precauciones y bla bla bla así que díselo a tus amigas y ya sabes, cierren el pico.
La castaña le guiñó un ojo y se marchó.

El Dowtown es un club viejo sin mucho éxito que una o dos veces al año, hace una noche especial llamada Bubblegum Night, donde sirven unos tragos de color rosado de dudosa procedencia. Pero, la verdadera fama de esa noche se debe a que hacen la vista gorda con quienes no llevan identificación, así que es la ocasión perfecta para los de secundaria, y para los dueños del club que se llenan de dinero de menores de edad.

Obviamente, era algo ilegal así que había un mutuo acuerdo entre todos de no hablar de esa noche más de lo necesario. Y era algo difícil enterarse también, el año pasado Alexa y sus amigas fueron una vez porque Maddy salía con uno de los organizadores. Por suerte, este año tenía a Mia, que tiene a su hermano mayor trabajando ahí.

En el almuerzo, una vez que comprobó que nadie les prestaba atención, les contó a sus amigas.

-¡Ay Dios mío!-Jos se llevó las manos a la cara-Es muy pronto, tenemos que organizar todo ahora.
-Piensen en qué les van a decir a sus padres, chicas-dijo Rachel-Saben que no les conviene simplemente escaparse.
-Simple, una pijamada-dijo Alexa-Es que la del sábado no alcanzó para ver toda la saga de Crepúsculo.
-Suena bien. Y escuchen, pueden venir a mi casa a vestirnos y eso, mamá no está en la ciudad-sugirió Maddy.
-Y vamos en mi auto-agregó Josephin.
-Ya está hecho, entonces-Alexa enderezó su espalda, dando por terminada la conversación y miró alrededor.

Vio a Rodrick del otro lado de la cafetería con el mentón apoyado sobre su mano, la mirada perdida en algún punto y una expresión de desinterés y enfado al mismo tiempo. Ben y Ward estaban en un estado parecido.

Esa mañana cuando iba en su van él le contó que desde que le dijo a Bill que no tocarían en el show, este no lo llamó más. Lo que solo contribuía a su mal humor.

Alexa decidió que iba a llevarlo al club. No importaba como, pero lo haría. Y sería una sorpresa, para animarlo un poco.

Le costó mucho en las clases mantener un tono serio y no decirle que le tenía planeado. Y él se dio cuenta de esto el jueves por la tarde, horas antes de irse a la casa de Maddy.

-¿Por qué tienes una mirada como si supieras algo que yo no?-le preguntó mientras entrecerraba los ojos con suspicacia.
-Se muchas cosas que tu no, Rod-le respondió ella tratando de quitarle importancia al asunto.
-Ya, no te hagas la lista ahora. Pareces una villana a punto de poner en marcha su plan. Te ríes de un modo raro cuando me miras.
-¿De que estas hablando?-ella se removió con nerviosismo en el sillón viejo de la habitación del chico.

-Espera, ya sé- Rodrick se llevó una mano a la cabeza como si estuviese cayendo en cuenta de algo importante, y agregó:
-Estás enamorada de mí y no sabes como decírmelo. No te preocupes, ya lo sabía. Y me halagas, pero en este momento quiero enfocarme en mi carrera.

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