𝐒𝐂𝐀𝐑 - 𝐑𝐈𝐂𝐇𝐈𝐄 𝐓𝐎𝐙𝐈𝐄𝐑

18. Una mierda

R i c h i e T o z i e r

Hay veces donde mi vida es una verdadera mierda pero no me quejo.

Recuerdo haber llorado cuando casi repruebo año, también cuando se burlaron de mis lentes la primera vez que mi hermosa cara los tuvo, pero ahora me importa lo que a Hitler le importaba un judío...

Creo que soy una persona muy cool pero nadie se da cuenta de eso, soy un bocazas y me encanta serlo.

Recuerdo aquel día donde nos enfrentamos al maldito payaso más feo que hay en todo el puto mundo, el día en que casi pierdo a mis amigos y fue ahí donde me di cuenta de lo corta que es la vida, ¿cursi, no? ¿Pues adivinen a quien no le importa?

Soy muy mierda como para interesarme en alguien, bueno ni tanto, a lo largo de mi vida me han gustado 3 chicas, sin embargo, nunca pasó nada y ahora, con la llegada de la estúpida de Scarlett, tengo ganas de matarme por estar sintiéndome como lo estoy haciendo.

-Idiota

-Te dicen -me defendí sin siquiera saber lo que me decía el enano que tenía a mi lado.

-¿En qué piensas como para que me estés ignorando maldito inútil?

-Que te valga hijo de puta

-Que groseros son -esa voz nos hizo callar a los dos -¿De qué hablaban?

-De la madre de Eddie -¿Qué esperaban? Me puse nervioso

Scarlett era la única persona que lograba ponerme un alto, callarme y ponerme los pelos de punta...no solo los pelos, pero de eso no estábamos hablando, ella simplemente es la que me saca sonrisas y gemidos con tan solo existir y aún no entendía lo que sentía.

¿Qué si me atraía? Si, ¿era linda? También, ¿estaba enamorado? No tenía una puta respuesta a eso porque ni yo entiendo mis locas hormonas.

-¿De cuáles te fumas?

-¿Qué?

-Nos estás ignorando, haznos caso, necesitamos atención

-Perdón

(...)

-...Sociability
Is hard enough for me
Take me away from this big bad world
And agree to marry me
So we can start over again

-Hola -volteé a ver a la pelirroja que llegó a mi lado, simplemente hice un movimiento con mi cabeza....obvio la de arriba.

-¿Me das? -apunté a los cigarrillos que tenía en mano, me pasó uno, me dio el encendedor y llevé el cigarro a mis labios, dándole una larga y tortuosa calada mientras mantenía el ceño fruncido.

-¿Estás bien?

-Si, todo bien

-¿Seguro? -asentí dándole de nuevo una calada al cigarro, manteniendo el humo dentro de mi boca sintiendo quemar mi garganta.

Esto era una mierda y no podía hacer nada para evitarlo.

¿Qué iba a pasar después?