Capitulo 3

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-¿Me perdonas?

Sakura le miró y suspiró.

-Eres el tipo de persona que más odio del mundo. Vas de guay por la vida e intentas caerle bien a los populares aunque digas cosas que realmente no piensas, únicamente por que piensas que metiéndote en ese grupo vas a ser de los intocables, cuando la realidad es que con que seas quien realmente eres te van a lamer el culo únicamente por que eres famoso. Te contradices a ti mismo. No dijo que seas mala persona, pero es lo que pienso.
-No es que me quiera juntar con los populares, solo que Naruto me ha caído muy bien.
-Naruto no es mala persona, al contrario. Yo creo que cada vez está más incómodo en ese grupo de idiotas.
-Le caes bien.
-No le caigo bien, simplemente siente pena hacia a mi. Es distinto. Mira no es porque me caigan mal, pero Sasori, Deidara y Karin no son buenas personas. Únicamente llevas con ellos menos de un mes y ya te has metido en líos por irte a hablar de chicas al baño. Un paja viendo porno te sale más barata.
-Tienes razón, lo tendré en cuenta. Acepta mis disculpas, te prometo que son sinceras.
-Te creo. Eres buena persona pero se tu mismo.-guardó su cepillo de dientes en su neceser.
-Oye, se me quedó una duda, ¿te gustan los chicos o las chicas?
-Ambos, el problema es que se me da mejor con las chicas que con los chicos, dejémoslo ahí.Venga cieguito, que te voy a dar una muñequera que tengo. A lo mejor te aprieta un poco pero eso no es malo dicen que cuanto más mejor.-le ayudo a levantarse.
-Gracias.

El camino por los pasillos fue silencioso una vez que llegaron a sus habitaciones Sakura abrió la puerta de la suya y le invito a pasar.

-Espera voy a entrar a por las gafas.-abrio la puerta de su habitación y cogió las gafas que había en la mesita de noche y una bolsa. Una vez las cogió salió y entró a la habitación de la pelirrosa.
-Toma. Te va a doler algunos días, cámbiate la venda cada día y ponte la muñequera, no hay nada que el tiempo no cure.
-Gracias.
-Hasta mañana.-vio como salió de su habitación y cerró la puerta.

Una vez que se quedó sola se tiro en la cama y notó que se clavó algo en la espalda

-Joder.-susurró.

Cogió lo había detrás y vio que era un bolsa, sacó lo había dentro de ella y cuando lo hizo se quedó a cuadros.

-Es verdad que existen.-susurró al ver la caja de iPhone 11.

Abrio la caja y vio una pequeña nota en el interior junto al móvil.

"Te pido que lo aceptes como disculpa, quizás has hecho bien en reventar el móvil contra el suelo. Ese iPhone 4 no te iba a durar mucho. Si prefieres otro dímelo."

Sakura levanto una ceja y miro el móvil. Si cada persona que le quisiera pedir perdón le regalará algo así la vida le iría de puta madre.

Aunque el móvil era maravilloso y le venía de perlas no lo iba a aceptar. Una parte de ella le decía," quedátelo imbécil, no vas a volver a ver uno así en tu vida" y la otra le decía "no lo aceptes, es demasiado. Era como el ángel y el demonio. Por primera vez le iba hacer caso al ángel. Guardo todo en la bolsa y la dejo encima de la estantería, ya mañana se lo devolvería.

...

Cuando el pájaro empezó a piar Sakura comenzó a abrir lentamente los ojos. Se estiró y miró en el reloj que hora era: las tres de la tarde, maravillosa hora para empezar el día cuando lo habías acabado a las seis de la mañana.

-Buenos días, bonito mío.-dijo acariciando a Hawks.-Ya nos queda un día menos para morir.-rio.


Toc, Toc.

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