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Capítulo 24

MIRADAS

Allison
* * *

Raquel ayuda a Bill y a Javon a depositar nuestras maletas en nuestros cuartos. El de Diana está frente del mío, como en el hotel. Agradecemos por su disposición, y llevo uno de mis bolsos hacia mi nueva cama. Tomo del cierre y consigo abrirlo. Esta vez, debo acomodar todo desde el inicio, sino no lo haré jamás.

Michael nos ha ofrecido a mi hermana y a mí quedarnos en su casa durante los pocos días que nos quedan en California. Exactamente son cuatro días, sin contar este. Y, al recordarle eso a Michael, Diana no ha parado de insistirme en que nos quedemos una semana más, la última libre que nos quedan antes del comienzo de nuestras clases. Y... esa idea es muy tentadora, pero pienso que es preferible estar pronto en Nueva York porque tengo cosas que hacer. Por ejemplo, no paro de recordar mi asunto con Peter. Necesito días desocupados en mi casa antes de afrontar ese día.

Respiro hondo.

Antes, Peter era todo para mí, pero ante todos estos nuevos sucesos como el viaje, el encuentro con Michael, la agradable experiencia de conocer más personas... me ha distanciado de Pet que ya ni lo veo en mi mundo. Es lamentable, porque él me está esperando, está esperando una respuesta, y me duele saber que iré a Nueva York, arreglaremos un encuentro y todo para decirle que no.

Después de sacar algunas prendas, decido alejar mi bolso y sentarme sobre mi cama, para cubrirme el rostro. He vivido a carne propia lo que es el dolor amoroso, la desilusión, y pensar que yo ocasionaré eso en alguien que ha estado conmigo desde mi infancia me hace sentir como la peor persona. Y todo porque fui cobarde en decirle que no esa misma noche en que nos encontramos.

Debí hacerlo...

Ahora mi conciencia no está tranquila. Necesito que alguien me diga que todo está bien, que no estoy errando y que todo saldrá bien. Pero... dudo de que esas palabras sean las adecuadas para lo que estoy por hacer.

Peter no me ha llamado estos días. Ha dejado mi espacio libre como yo el suyo. Aunque totalmente. Y siento que, tras ese futuro encuentro que tenga con él para despedirlo de mi mundo, me tomaré una pausa para las relaciones amorosas. Es algo tan delicado y serio, que no debe jugarse con ello. No eres solo tú en una relación, ahora son dos personas, dos corazones que sienten, que aman y que pueden sufrir. Y eso no lo entendía. Antes veía el noviazgo como una manera de sentirse especial, de recibir cariño y de sentirse amado. Pero... ¿el otro?

Debo tomar una pausa hasta que el debido pensamiento lo pueda mostrar en hechos.

Alejo mis manos y tomo aire. Debo ser valiente. Aún faltan días así que no debo angustiarme. Debo sonreír para Michael y pasarla bien junto a él estos días. Vine para ayudarlo, para encontrarnos y sonreírnos, conocernos personalmente. Vine para alegrarle, no para que esté detrás de mí, tratando de que yo sonría. Limpio mi rostro y sacudo la cara para borrar todo lo que haya hecho. Me pongo de pie y sigo acomodando mis cosas.

Cada día a la vez.

—¿Todo en orden?

Es Michael. Doy un pequeño brinco y limpio rápidamente mi rostro por si hay alguna evidencia, y me doy vuelta un tanto agachada.

—Sí, así es —respondo.

—¿Te gusta esta habitación? Si quieres, puedo hacerle cambios...