Capítulo 27

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VULNERABLE

Allison
* * *

















Último día...

Así es. Estoy en mi habitación, haciendo mis maletas. Hoy en la noche me iré de Neverland rumbo al aeropuerto por el que vine, el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Allí tendré que tomar mi vuelo que me devolverá a Nueva York. Michael ya nos pagó los pasajes, eso es lo que me dijo esta mañana, cuando todos nos encontrábamos desayunando.

Chris no se ha aparecido por aquí desde que se quedó en Lompoc para seguir averiguando sobre ese club del que mi hermana forma. No sé el porqué, pero no ha regresado y Diana no me ha dicho nada. Lo que sí sé, es que todo sigue igual. Tenía alguna esperanza de que antes de que nos fuéramos, pudieran llevarse bien, pero no.

Doblo unos vaqueros y lo meto en mi maleta.

Lo que me tiene algo preocupada por mi ida es Michael. Me gustaría quedarme más tiempo para estar a su lado, pero sé que esto es bueno para ambos. Yo podré comenzar mis estudios finalmente, y él podrá continuar con su carrera ya que creo que la ha dejado aún lado por un tiempo para darme la atención y el cariño durante estos días. Pero Diana me ha comentado que él es un hombre muy exigente y apasionado por lo que hace, así que es muy seguro que, una vez que me vaya, esté ausente en su casa ya que le dedicará varias horas y tiempo de sueño a su nuevo álbum.

A veces, tenía el deseo de decirle a Michael que lo deje. ¿Por qué? Porque la cima es muy peligrosa. Él podría tener problemas, envidia, futuras adicciones o pesadillas. Nadie lo sabe, pero he escuchado que la mayoría de los artistas no viven cómodos en la cima, sino que viven angustiados, mirando cada dos por tres su alrededor, porque no tienen mucho espacio, sino que cada lado es un precipicio en el cual los esperan muchas pirañas envidiosas.

Cierro mis ojos. Me hubiese gustado aconsejarle que deje su carrera y comience a vivir para sí mismo, para disfrutar de la vida y de sus amigos y seres queridos, pero sería un consejo muy fuerte para él.

Muy fuerte sinceramente...

Michael no me ha mencionado mucho, pero recuerdo una noche en el que ambos hablábamos por teléfono en donde me comentó su fuerte miedo a fracasar, a fallar, porque sentía la mirada de un hombre juzgándolo, esperando cualquier error de su parte para hacerlo sufrir. Y por eso me comentaba que se ponía muy mal cuando su trabajo, sus canciones o sus cortometrajes no llegaban a lo que él esperaba. Y entonces... se colocaba muy mal. Eso no me gustó para nada. No es bueno para él. Seguro vive atormentado con la idea de ser mejor en todo, y vaya que se ve que lo es, pero... no es bueno para él... Me preocupa mucho su estado emocional y mental. Me preocupa él...

Y más al solo recordar por milésima vez el día de ayer... Recuerdo haber llegado a Neverland y haber entrado a la sala principal distraída cuando me cruzo con Raquel y un señor de traje con maletín. El señor entró a la oficina de Michael y yo supe por Raquel que era un doctor. Estaba tan preocupada... Cuando el médico salió, le pregunté por qué había venido, qué tenía Michael. Pero él solo me dijo que no era de mi incumbencia, y que nadie debía entrar a la oficina porque Mike estaba descansando, y no debíamos molestarlo...

Cuando el sujeto se fue, me invadía la curiosidad de saber cómo estaba Michael. Pero ahogué esa idea y me retiré, aunque debo admitir que estaba muy preocupada. Y el bichito de la curiosidad me picó una vez más cuando, al irme retirando, me crucé con Lisa Marie que tenía una cara algo seria y un tanto molestia. Solo alcancé a escucharla susurrar para sí: «Le dije que no volviera a hacerlo».

Encontrarte © | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora