Capítulo 13

409 40 12
                                    

MALETAS Y NOTICIAS

Allison
* * *
















Y ahí estoy, viendo los colores, viendo si combinan las parejas que armo y escuchando las críticas un tanto burlonas de mi hermana. ¿Todo esto por qué? Porque, aunque me produzca un montón de nervios, está decidido que me iré de vacaciones algunos días. Mi corazón late fuerte cada vez que recuerdo la voz de Michael a través del teléfono, pidiéndome que nos veamos el fin de semana, y mi voz temblorosa diciendo que sí y luchando con mi timidez que quería colgar inmediatamente y lanzar el teléfono por la ventana. No lo quería. Sin embargo, he decidido aceptar la invitación por él, para que nos conozcamos al fin aunque eso implique que se dé cuenta de que ya nos hemos visto sin saberlo.

No se lo conté, y espero que eso no genere ningún ambiente desagradable entre nosotros. Espero que ni siquiera lo recuerde. Ojalá, Dios mío.

Mis manos tiemblan. ¡Ya deténganse! Tienen vida propia y Diana ríe al verme escoger entre mis prendas.

—¿Crees que esto es divertido? —le pregunto.

—¿Sinceramente? —La veo. Sonríe—. Sí.

Y vuelve a reír.

Suspiro.

—Por favor, solo ayúdame...

—¿Nerviosa?

—... —Voy hacia mi armario en busca de un suéter marrón—. Cuánto me conoces, Di. Estoy muy tranquila. Es algo que hago todos los días.

—No hace falta el sarcasmo; solo te bromeaba.

—¡Es que no puedo! —Lanzo mi suéter con fuerza hacia mi cama y la miro, ella me imita—. No puedo creer que haya aceptado. Estaba a unos milisegundos de colgarle y llevar todo a la nada. Y, quizás... cerrar mis ojos y esforzarme por despertar.

—Michael es tu amigo, Alli. No te hará nada. Él es un hombre muy amable y dulce. Ya verás que todo saldrá bien.

Respiro hondo y contesto—: ¿Crees que me reconocerá?

—¿De qué hablas, Alli?

—Digo... —y suspiro—. Quizás me reconozca, porque ya nos hemos visto y... no le dije nada.

—Por favor, no te persigas. Seguro que ya se olvidó de ese encuentro.

—Pero... ¿y si lo recuerda al verme? —insisto.

—Basta, ¿querés? Basta. Solo pensá en que vas a ver a tu gran amigo que conociste por cartas y que te apoyó durante todo este tiempo. Como me comentaste, ese amigo con quien reíste y compartiste experiencias malas. Vamos, es el mismo Michael, y lo será. Ahora, guardá ese suéter.

Muerdo mi labio y le hago caso. Tengo muchos nervios, pero si tiene que suceder, que así sea. Si se enfada conmigo, que lo haga y ya veré cómo resolver el tema. Pero lo que tengo que hacer en estos próximos días es prepararme para viajar hacia California. Michael me ha dicho que hará una reserva en un restaurante de la ciudad y que hará los arreglos necesarios para que el lugar esté disponible solo para nosotros dos. Cubro mi rostro y Diana me anima a seguir con mi ropa, ¡pero mi mente quiere dominarme!

—Sabes que nuestras clases comienzan en un mes. —Yo solo asiento y ella sigue diciendo—: ¿No crees que deberías comenzar el segundo cuatrimestre y quedarte en California unos meses más que solo un par de días?

—Di, yo le dije, me quedaré una semana allá. Sabes que no me gusta esa ciudad y su ambiente. Solo viajo por él. Y después comenzaré mis clases con normalidad. No quiero empezar mal mis planes.

Encontrarte © | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora