DETRÁS DE ELLA
Michael
* * *
La gente se ve tan aliviada al sentir tantas brisas frescas recorrer las calles. Algunas hasta se cubren con alguna camisa por los escalofríos. El auto cruza una calle, pero no logra cruzar el siguiente semáforo. Bill frena obligadamente y masculla para sí, pero todos alcanzamos a oírlo y nos reímos de la situación. El semáforo en rojo nos ha detenido. Toda la gente que cruza la calle parece desaparecer para atraer mis ojos a una sola persona. Dejo de estar centrado en Chris y mi vista se petrifica al verla a ella, caminando con su hoodie rojo que me dice que me detenga en ella y sienta el presente. Diría que me encuentro en ese auto blanco, que busca opacar a las personas que están dentro, con la cara sorprendida, congelada por causa de ella.
Su cabello baila y su sonrisa es tan extensa que me incita a sonreír. Ella llega justo a la mitad del vehículo y puedo ver cómo el semáforo muestra el color amarillo. Los motores arrancan y se preparan para correr a máxima velocidad. Los conductores se miran entre sí, calculando cada cosa con tal de ser los primeros. El sol aparece y pareciera como si ella llevase puesta una sudadera amarilla de tan radiante que se ve. Tomo la manilla de la puerta del auto y siento cómo Chris me detiene un tanto confundido.
—¿Qué quieres hacer, Mike?
—Es ella, Chris.
Todos giran y llevan su mirada hacia donde veo como un loco desesperado. Como si estuviese viendo a un ángel que tiene en sus manos la dirección correcta de mi vida. Abro la puerta pero él alcanza a cerrarla inmediatamente.
—¿Estás loco? Si la gente te ve...
—Necesito salir.
—De tanta gente acumulada tampoco saldrás a ninguna parte. Piensa. Además, ¿qué chica? Hay tantas personas pasando la calle.
—Es ella, la que tiene una sudadera amarilla.
—¿Amarilla?
—...
Ellos observan, pero parecen no encontrarla. Los pasos de ella se acercan a la vereda justo cuando el semáforo cambia de luz al verde. Las bocinas se hacen presentes. Bill no sabe qué hacer. Saben que he estado buscando a esa joven y que creen que quizás tenga razón. La gente comienza a gritar, avisándonos que debemos avanzar. Necesito bajarme de este auto y correr tras ella antes de que se vaya de mi vista.
Bill decide girar y estacionar el auto. No quito mis ojos de ella. En un momento, ella gira para ver el auto y nuestras miradas se cruzan. En ese momento... puedo decir que el tiempo se ha detenido. Javon me indica que me quede quieto, que ellos saldrán a buscarla. Ambos bajan del auto y la buscan, pero la sudadera de ella ya es de otro color. Solo veo cómo se aleja de mi campo visual. Su cabello es lo único visible para mí.
No puedo permitirlo.
—¡Michael! No bajes, hombre.
—Chris.
—Bill y Javon ya fueron por ella. Aunque, sabe Dios qué le dirán para detenerla y traerla aquí.
—Se está yendo y ellos están mirando a la gente equivocada. Está allá. —Y señalo a lo lejos.
—No irás a ningún lado.
Chris tiene razón. Sería una locura. Veo cómo mis dos amigos y guardaespaldas miran por todos lados, pero no encuentran nada, absolutamente nada Y yo tampoco. La he perdido de vista. Miro por todos lados, hasta donde puedo, pero nada. Es como si se hubiese tratado solo de una visión. Pero... Hace tanto que vi a esa joven. Además, con el paso de los días, la fui recordando cada vez menos. ¿Por qué la soñaría de esta forma tan demente?
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Encontrarte © | Michael Jackson
Fanfic→EN PROCESO← ¿Qué harías tú si recibieras la carta de un completo extraño? En Nueva York, a una joven llamada Allison Hudson le llega una carta de un extraño procedente de Los Ángeles. Entre cartas se aventurará a conocer a aquella persona y convert...