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Capítulo 21

"ES ELLA"

Allison
* * *

Los nervios me carcomen con tanta desesperación por dentro, que me obligo a cerrar mis ojos con tanta fuerza mientras escucho los pasos de las personas que van ingresando al restaurante. Y me pongo a temblar al saber que, entre ellas, está Michael. Dios mío. Los gritos se oyen hasta aquí que parece no haber paredes. Escucho los chillidos bajos de mi hermana por la emoción.

Pero, en un momento, los pasos se detienen. Siento la mano de mi hermana tocar mi hombro para llamar mi atención. La veo de reojo y ella sigue pendiente de quienes están frente a nosotras, sin borrar su amplia sonrisa, y me indica que voltee. Tomo aire para valerme de todas mis fuerzas restantes y giro lentamente, cabizbaja. Luego, subo la mirada y, en ese mismo instante, veo cómo Michael se quita los lentes de sol mientras me observa con un gesto totalmente sorprendido.

—Allison... —me dice y lo veo bajo mis pestañas.

—Michael... —susurro y siento cómo mi cuerpo pierde un poco el equilibrio. Qué bueno que estoy apoyada en la silla.

Y estamos aquí.

Me mira con sorpresa. Lo hace y noto que, por unos segundos, me examina por completo. Decido bajar mi mentón y cerrar mis ojos nuevamente.

—¿Tú... —empieza y vuelvo a verlo inmediatamente. Menea la cabeza—. Es decir... Hola. —Y me regala una sonrisa. Entonces, respondo a su gesto de la misma forma, cambiando el ambiente a uno más amigable y cálido.

—Hola... —digo, algo tímida.

—Qué bueno verte. Te imaginé más bonita.

Reímos y Diana carcajea.

Los guardaespaldas siguen detrás de él y noto a todos los mozos y a Adam, pendientes de todo. Carraspeo y nos miramos. Él muerde su labio y yo también lo hago por el silencio de este por fin encuentro.

—Allison... —me llama. Vuelvo a verlo—. Por favor, ven —pide y abre sus brazos, tomando unos pasos hacia mí. Nerviosa, asiento y voy hacia él para refugiarnos en un abrazo tan reconfortante y necesario por este encuentro, por ver al fin a mi gran amigo. Rodeo su cuello y me pongo de puntillas para poder estar a su altura y siento la fuerza que pone al rodearme. Apoya su mentón sobre mi hombro y me atrapa, como si hubiese estado deseando hace tiempo verme cerca. Por un momento, comienzo a temblar al sentir su cercanía tan estrecha que trato de controlarme para que no se dé cuenta de nada.

Lleva su mano hacia mi nuca y reposo la mitad de mi rostro sobre su hombro. Se siente tan extraño tenerlo frente a mí finalmente, a este hombre que quería mandarlo a la basura al inicio...

Trato de leer la situación. Michael me demuestra su cariño hacia mí con este abrazo tan fuerte y un poco duradero. Dibujo una pequeña sonrisa y decido cerrar mis ojos para disfrutar de su compañía. No me importa si todos nos están viendo o si Diana quiere darme una golpiza por no estar viviendo lo que yo, él es mi amigo y siempre quise verlo, a pesar de todos mis miedos y nervios. Siento que respira hondo y decide cortar la cercanía para poder vernos una vez más. Nos alejamos suavemente y me obligo a agachar mi mirada, sin embargo, él eleva mi mentón y me regala una sonrisa de confianza.

—Si fuese una llamada, ya estaríamos contando algo —me dice. Río y niego.

—No te preocupes... que eso seguramente no se irá... —respondo y él muestra estar de acuerdo.