Encontrarte © | Michael Jackson

Capítulo 50

BAD WORLD TOUR

* * *

Varios teléfonos suenan al unísono por el pedido de ayuda. Cuatro policías cruzan sus caminos, ya que se encuentran yendo de un lado a otro en el sitio. Una mujer se encuentra sentada frente al escritorio con papeles entre sus manos entre tanto atiende los llamados.

A unos metros se encuentra el teléfono público de la comisaría en el que aquella mujer de cabello oscuro y ojos azules se encuentra realizando su única llamada. Ha decidido marcar a su hermana para compartirle lo que ha ocurrido, algo que desde ya la ha dejado completamente confundida.

¿Secuestro? Claro que no.

Acomoda su cabello hacia atrás y continúa escuchando a su hermana.

—Y, por favor, Di... Trata de controlarte... El asunto es delicado y debes estar relajada...

Ella suspira al oír el consejo de su hermana.

—Está bien. Lo intentaré.

—Llámame cuando quieras. Estaré atenta al teléfono. En marzo estaré de regreso en Los Ángeles.

—¿En marzo? —expresa, totalmente sorprendida—. ¿No te ibas a quedar en Japón por unos días?

—... Creo que no es momento de hablarlo. Otro día te cuento...

—Está bien —dice y sube la mirada al ver a un oficial acercarse a ella—. Creo que ya debo colgar. Cuídate, Alli.

—Tú igual, Di... Estoy contigo, hermana.

Y pronto finalizan con la llamada.

Diana deja el teléfono donde anteriormente estaba mientras permanece con la mirada perdida hacia un lado. Un oficial tiene a la pequeña, sentada al lado de él ya que están esperando a que lleguen los demandantes. Suspira antes de que una mano se pose sobre su hombro, desde atrás.

—Ánimos, bonita. Todo saldrá bien.

—¿Y si me la quitan? —expresa, con el miedo en la punta de su lengua. Gira para verlo—. ¿Y si ya no vuelvo a verla?

—...

—Ellos supuestamente son su familia de sangre. Es probable que tengan más derecho que yo...

—¿No dijiste que tu padre estaba con el trámite de los papeles de adopción?

—Eso no ayudará en nada... —termina casi sin aliento al ver las escasas probabilidades de que esto acabe como ella quiere.

—Vamos, bonita. Todo saldrá bien.

—¿Dónde está? —dice una voz desesperada desde la entrada que consigue llamar la atención de todos—. ¿Dónde está?...

Y todos consiguen ver a una mujer de cabello rubio y ojos color miel ingresar a la comisaría, justo en la parte en donde todos se encuentran. Y separa sus labios de la sorpresa al ver a la pequeña niña que está sentada al lado de un oficial, frente a sus ojos. Lleva sus manos hacia sus labios.

—Dios mío... —expresa, emocionada a diferencia de Kiara que no hace más que mostrarse indiferente al momento—. Dios mío... No puedo creerlo... Estás bien...