Capítulo 04

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PENSATIVA Y ¿CARTA?

Allison
* * *











¿Qué le estará pasando o... qué estará ocultando? Me mira y luego vuelve a lo suyo. No sé en qué pensar, pero debo sospechar.

Tomo del jugo de naranja que ella preparó y sigo observándola. Desde hace un rato, creo que después de haberle dicho que no quiero contestarle a "MJ", que actúa de manera extraña, hasta diría que está algo nerviosa, cosa que no es habitual en ella. Diana termina de llenar su vaso del mismo jugo y viene hacia la mesa junto a él y su sándwich de mermelada. No dice palabra alguna. Carraspeo un poco mientras la veo de reojo, pero nada.

En este momento silencioso es cuando me pongo a pensar que no he hecho otro escrito para Peter. Sacudo mi rostro. Es que todo este tema de este supuesto reconocido desconocido me mantuvo perdida. Esta vez, escribiré el nombre del destino de mi carta en letra bien grande y con tinta que brilla en la oscuridad. Sonrío por mi idea aunque nadie la haya escuchado, y no falta aquella mirada de Di en mí, como si pensara que soy una loca que habla con personas invisibles. Respiro hondo.

—¿No dirás nada? —le pregunto. Me mira bajo sus pestañas y solo niega—. Es muy extraño que estés callada, y conmigo. Siempre estás hablando y más por tu emoción con ese acento.

—...

—Estaba pensando... —y le doy un mordisco a mi sándwich—, podríamos ir nosotras solas un rato al parque que nos llevó papá. ¿Qué dices?

—...

No sé si me está escuchando porque su mirada se encuentra algo perdida.

—... Y podríamos pasar el rato en el lago como lo hicimos. Fue un ambiente bastante relajante, ¿cierto?

—...

La miro extrañada. Solo se dedica a asentir.

—Además de que a algunas de las aves se les hacían rosas las alas y transparentes, o los gatos bailaban sobre los cocodrilos que estaban merodeando por ahí.

Asiente.

—¡Di, no me estás escuchando!

Termina de pasar ese pedazo de pan por su garganta y se decide a mirarme.

—Perdón, Alli, es que estoy pensando mucho en algo.

—¿Es porque no le contesté a Michael?

—Ya decís su nombre como si se tratase de un amigo nuestro. —Ese tono burlón ya se escucha.

—Ay, Diana. ¿Acaso quieres que diga Michael Jackson o "MJ"? Aunque... lo último queda mejor, ¿no crees?

Niega.

—MJ, Jackson, Michael, es lo mismo. Y no me cambiés de tema que ya me entendiste. Además... Esperá —me mira—. ¿Las alas de las aves rosas y transparentes, y los gatos bailando sobre cocodrilos? ¿De qué me estabas hablando?

—Entonces solo fingías.

—No, nada de eso, solo que...

—Te atrapé. —Se encoge de hombros—. Solo estaba proponiendo ir de nuevo al parque que visitamos con mamá y papá para pasar el tiempo un rato, y pensar...

—Y a ver si puedo convencerte de...

—¿De qué?

Suspira.

—Olvidate. ¿Vamos? —Se pone de pie. Imito su acción y asiento. Voy por mi sombrero negro para cubrirme del sol y no tardamos en salir después de beber de forma rápida y completa de nuestros vasos.

Encontrarte © | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora