MIRADAS CRUZADAS
Allison
* * *
—Cuando me enviaste ese mensaje, no lo podía creer —me expresa Savannah mientras me ayuda a bajar del auto.
—Finalmente, me convencieron... —digo y consigo salir del auto—. ¿Crees que me veo bien?
—¿Sinceramente? —me pregunta y temo por su respuesta—. No, Alli. Pero anda —me anima al ver mi gesto—, el salón tiene una entrada trasera que lleva directo a la habitación de vestuario. Yo te llevo.
—Pero, ¿para qué? He venido a ver a Michael. Nada más.
—No entrarás vestida así —me dice y solo la miro—. Tengo un vestido rosado que seguro te quedará precioso.
—...
Entonces, Adam me ayuda junto a Sav a caminar hacia el estacionamiento privado para después llegar a la parte trasera del salón sin ser captados, al menos eso creemos. Subimos unas escaleras de fierro y Savannah toma de unas llaves para poder abrir la puerta. Adam se queda afuera, pero cuando me doy cuenta de que se quiere despedir, tomo de su mano para que entre con nosotras. No quiero estar sola en este momento.
Pronto, Sav cierra la puerta y deja las llaves en un mueble. Adam y yo tomamos asiento.
—¿Él es tu novio? —pregunta, curiosa. La miro.
—No —digo y se me escapa una sonrisa—, es Adam, mi querido amigo.
La veo asentir y pronto la vemos caminar hacia un armario que tiene junto a una ventana. Lo abre y agarra una gran funda negra. Toma de su cremallera y lo empieza a bajar, y empiezo a apreciar el vestido rosad.o que quiere prestarme. Es un rosa suave y delicado. Me coloco de pie y lo tomo cuando ella me lo extiende.
—No lo creo... —expreso al ver lo precioso que es.
—Algo me decía que preparara este vestido para ti —me cuenta y la veo, agradecida—. Por eso, me guardé tus medidas por las dudas.
Sonrío y me acerco a ella para poder darle un corto abrazo.
—Muchas gracias...
—No hay de qué —me dice y cambia su gesto—. Ahora, ve rápido, cámbiate. Hay un probador allí que tiene un espejo.
Solo asiento y camino en dirección hacia ese probador. Adam solo me sonríe y me adentro al lugar. Cierro bien las cortinas y giro a verme en el espejo. Cielos... Solo espero que Lisa no se moleste conmigo si es que finalmente viene. No pretendo molestarla ni arruinar más su relación, suficiente lo que ocasionaron las mentiras que inventan los medios.
Respiro hondo y vuelvo a lo que estoy. Cielos, este probador es algo chico que apenas tengo espacio para moverme, ya que el vestido es algo grande. Me muevo a lo que puedo por todo este pequeño espacio, y consigo colgar mi vestido en la percha. Trato de quitarme lo que llevo puesto y, con algo de dificultad, consigo colocarme aquel vestido rosado con cierta apariencia de antigüedad, cosa que me encanta.
Coloco mis manos en los espacios que hay para ellos, y subo los tirantes gruesos por sobre mis hombros. Ajusto a mi cuerpo la parte superior para que me sujete bien, y llevo mis manos hacia atrás, hacia el cierre. En ese momento, descubro que no llego a hacerlo. Tiro aire y acomodo mi cabello hacia adelante para poder intentarlo una vez más. Lo intento y lo intento, pero me detengo cuando estoy apunto de caerme al suelo.
—¿Todo bien, Alli?
Es Adam. Está al otro lado del probador.
—S-Sí —respondo rápidamente mientras apoyo mis manos sobre la pared para recuperarme—. ¿Puedes llamar a Savannah?
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Encontrarte © | Michael Jackson
Fiksi Penggemar→EN PROCESO← ¿Qué harías tú si recibieras la carta de un completo extraño? En Nueva York, a una joven llamada Allison Hudson le llega una carta de un extraño procedente de Los Ángeles. Entre cartas se aventurará a conocer a aquella persona y convert...