Capítulo 9

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Tiene un mensaje instantáneo de: NADIA

NADIA: ¡Hola! ¡Feliz lunes!

ANAJU: Oh, fantástico. Espera un momento, voy a por el champán.

NADIA: ¿Qué has hecho este fin de semana?

ANAJU: ¡No te lo vas a creer! ¡Llevo toda la mañana muriéndome de ganas de contártelo! ¡Ha sido increíble! No te lo vas a creer pero...

NADIA: Percibo cierto sarcasmo. Deja que adivine: has estado viendo la tele.

ANAJU: ¡Señoras y señores, les presentamos a Nadia... y sus poderes paranormales! Tuve que ponerla con el volumen al máximo para no oír los gritos de la «enamoradísima» pareja que vive al lado. Un día de éstos se matarán el uno al otro. Espero que no tarden. La pobre Emma no entendía qué pasaba, así que dejé que bajara a dormir a casa de Javier.

NADIA: Pero bueno, ¿es que aún hay personas que no comprenden el significado de la palabra DIVORCIO?

ANAJU: Ja ja ja ja bueno, en tu caso es una palabra mágica.

NADIA: Agradecería que no te burlaras de ese devastador episodio de mi vida: me dejó hecha una piltrafa y emocionalmente destrozada.

ANAJU: ¡Venga ya, por favor! ¡El día que conseguiste el divorcio fue el más feliz de tu vida! Compraste la botella de champán más cara que encontraste, nos la tomamos, salimos de copas y te pegaste el lote con el hombre más feo del mundo.

NADIA: Bueno, cada cual llora sus desgracias a su manera.

ANAJU: ¿Has acabado de introducir en el ordenador toda esa mierda que nos pasó Andy?

NADIA: ¡Qué va! ¿Y tú?

ANAJU: Tampoco.

NADIA: Bien. Hagamos una pausa como recompensa. No nos hace ningún bien trabajar más de la cuenta. Me han dicho que es muy peligroso. ¿Traerás tus pitillos? Me he olvidado los míos.

ANAJU: Sí. Nos vemos abajo en cinco minutos.

NADIA: Tenemos una cita. Caramba, qué emocionante. Hacía mucho que ni tú ni yo teníamos una cita.

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Tiene un mensaje instantáneo de: NADIA

NADIA: ¿Dónde demonios te has metido? ¡Te he esperado media hora en la cafetería! Me he visto obligada a comerme dos pastelitos de chocolate y un trozo de tarta de manzana.

ANAJU: Lo siento. Andy no me ha dejado salir de la oficina.

NADIA: ¡Maldito esclavista! Deberías quejarte a la dirección para que despidan a ese cabronazo.

ANAJU: Resulta que la dirección es él.

NADIA: Es verdad.

ANAJU: Bueno, sinceramente, Nadia, puede que sea un gilipollas, pero acabábamos de hacer una pausa una hora antes... y era la tercera en menos de tres horas.

NADIA: ¡Te estás convirtiendo en uno de los suyos!

ANAJU: Ja ja ja. Tengo una hija que alimentar.

Love, AnajusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora