Capítulo 25

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De: Cristina

Para: Anaju

Asunto: ¡Ascenso!

Sé que estás en el trabajo y por eso no te llamo. Hoy he recibido carta de mamá. ¿Qué es eso de un ascenso? ¡Mándame un e-mail en cuanto puedas!

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De: Anaju

Para: Cristina

Asunto: Ascenso

¡No puedo creer que mamá haya sido tan bocazas!

¡¡SI!! La noticia es cierta y me muero de ganas de empezar.

El cargo se titula HOTEL HOST, y antes de que te ilusiones más de la cuenta como nuestros queridos padres, no significa que vaya a dirigir el hotel. Seré la principal fuente de información para los huéspedes para garantizar la máxima satisfacción de los clientes (o eso me dicen...).

Me dieron la sorpresa de mi vida. Tuve que arrastrar literalmente mi cuerpo hasta la misma sala de reuniones donde tuve mi primera entrevista hace años. Tenía el corazón en un puño y las piernas me temblaban. Mi expresión corporal era nefasta, las palmas me sudaban, las rodillas entrechocaban y ya me imaginaba viéndome obligada a volver a trabajar para Randy Andy hasta que ambos alcanzáramos la edad de jubilación. Estaba convencida de que Bill y Bob Lake iban a pedirme con toda serenidad, sin levantar la voz, que fuera a mi escritorio, recogiera mis pertenencias, saliera del establecimiento y no regresara nunca más.

En cambio fueron muy generosos conmigo. Me fueron insuflando confianza mientras explicaban lo que implicaba el puesto. Dijeron que estaban encantados con mi «actuación» en el hotel durante estos años (y espero que no se refirieran a la vez en que me tendí encima del piano y canté canciones de Barbara Streisand cuando todos los huéspedes se habían ido a dormir. No se puede culpar a una chica por intentar vivir una fantasía cuando tiene ocasión...).

Y allí los tenía, diciéndome que irradiaba encanto y confianza, cuando en el fondo yo seguía esperando el momento en que sonreirían y me mirarían como si estuviera loca por creerles antes de decirme que lo del ascenso era una broma. Y yo venga buscar una cámara oculta.

Pero según parece me trasladaré a un nuevo hotel que aún está por construir (de ahí todas esas reuniones secretas con hombres y mujeres con traje negro, maletín de piel, pelo engominado y cara de palo que desfilaron de incógnito por el vestíbulo del hotel; fue como si estuviéramos viviendo la enésima secuela de Matrix). Pero si hablan en serio, mi empleo me convertirá en la única responsable de la buena marcha de todos los aspectos del hotel y tendré que actuar de enlace con la oficina central y presentar informes semanales. Es la primera vez que tendré que «enlazar». Suena sexy y peligroso. Cualquier empleo que me suponga «enlazar» con los chicarrones de la oficina central es un exitazo para mí. Ya me veo emperifollada con un vestido de cóctel en una «reunión» de trabajo formando corro con las demás «corbatas», hablando en murmullos sobre gráficos, diagramas de quesitos e informes económicos. Si la gente nos pregunta qué estamos haciendo, podré decir quitándole importancia: «Oh, no se preocupe, sólo estamos enlazando...».

Por lo visto tengo aptitudes organizativas y don de gente. Cualquiera que me haya visto hacer todas mis compras de Navidad a la carrera a última hora de la tarde de Nochebuena sabe la verdad. Pero cada cual tiene su manera de ver las cosas.

Love, AnajusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora