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De: Anaju
Para: Hugo
Asunto: Re: ¿Carta?
Hugo, he registrado de arriba abajo la cocina buscando tu carta, he buscado hasta en el último rincón de la casa y Emma y Alfred juran que no le han puesto un dedo encima, así que no sé dónde más podría estar. ¿Seguro que la dejaste aquí? Íbamos con tanta prisa para llevarte al aeropuerto aquella mañana que a lo mejor te olvidaste. He registrado el cuarto de invitados donde dormiste. Sólo he encontrado una camiseta ¡pero ahora es mía y no la vas a recuperar!
¿Qué decía esa carta? Ayer no me llamaste cuando salí del trabajo. ¡De verdad que me tienes en ascuas, Hugo!
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De: Hugo
Para: Anaju
Asunto: Carta
¿Cómo van las cosas con Alfred? ¿Eres feliz?
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De: Anaju
Para: Hugo
Asunto: Alfred
Caray, esto sí que es cambiar de tema. Es una pregunta muy directa.
A ver, sé que te das cuenta de que estamos pasando una mala racha y que estás preocupado. Y también sé que no lo puedes ver ni en pintura, lo cual me complica bastante las cosas, porque te aseguro que me encantaría que pudieras verlo con mis ojos.
En el fondo, bajo todas sus capas de estupidez, es una buena persona. Puede que ponga en práctica demasiadas de sus ideas egoístas y que diga siempre lo que no toca en el momento menos indicado, pero de puertas para adentro es un buen amigo. Entiendo que manifiesta inclinaciones idiotas pero eso hace que le quiera. Quizá no sea alguien con quien estés a gusto si te toca sentarte a su lado en una cena, pero para mí es alguien con quien me siento a gusto compartiendo mi vida.
Sé que a los demás os cuesta comprenderle. Lo único que veis es una paranoia sobreprotectora, pero, qué quieres que te diga, eso hace que me sienta segura y deseada. ¡Y su estupidez me hace reír! Nos queda todavía mucho trecho por recorrer antes de llegar a ser la pareja perfecta. Desde luego no vivimos un matrimonio de cuento de hadas, no me ducha con pétalos de rosa ni me lleva fines de semana a París, pero cuando me corto el pelo se da cuenta. Cuando me arreglo para salir me hace un cumplido. Cuando lloro, me seca las lágrimas. ¿Y quién necesita París cuando te pueden dar un abrazo?
En un momento impreciso, sin que ni yo me diera cuenta, me he hecho mayor, Hugo. Por una vez no seguí los consejos de nadie sobre lo que debía hacer o dejar de hacer. No podía correr a refugiarme en los brazos de papá y mamá, ni puedo comparar mi matrimonio con el de nadie más. Cada cual sigue sus reglas. Aceptar de nuevo a Alfred fue una decisión que tomé yo solita y no lo hubiese hecho si Alfred, y, mucho más importante, yo misma, no hubiese aprendido algo. Estoy convencida de que lo que ha sucedido no volverá a suceder nunca más, lo creo a pies juntillas. Si no estuviera tan segura sobre nuestro futuro me sería imposible hacer lo que estoy haciendo.
Me da la impresión de que esto es lo que decía tu carta, Hugo, pero no te preocupes por mí. Estoy bien. Gracias mil veces por preocuparte tanto por mí. En este mundo no abundan los amigos como tú.
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Love, Anajus
RomanceAdaptación Donde termina el arco iris de Cecelia Ahern. La particular historia entre Hugo y Anaju, un amor que comienza en la niñez y que conocemos gracias a los mensajes que intercambian a lo largo de varios años.