Capítulo 36

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Tiene un mensaje instantáneo de: ANAJU

ANAJU: Oh. Dios. Mío. Hugo

HUGO: Hola, Anajus.

ANAJU: ¿Puedes chatear o estás ocupado? 

HUGO: Estaba trabajando un poco, pero adelante. ¿Qué te cuentas?

ANAJU: ¡No te vas a creer lo que ha cruzado la puerta de Rafa el Llorica esta mañana!

HUGO: Un ladrillo.

ANAJU: ¡No!

HUGO: Una orden de arresto

ANAJU: ¡No! ¡No digas eso! ¿Por qué dices eso?

HUGO: Oh, por ninguna razón en concreto. Sólo me preguntaba qué sentencia le imponen a quien contrata a terceros para que le den una paliza a su ex cónyuge.

ANAJU: Hugo Cobos, ¡cambia de disco desde ahora mismo! No es muy seguro decir cosas así por internet, ¿sabes?, ¡y yo no hice eso!

HUGO: Tienes razón, la policía probablemente ha montado una operación de vigilancia delante de tu casa y tiene agentes observando todos tus movimientos con binoculares.

ANAJU: Basta, Hugo, me estás asustando. Sólo soy culpable de ser un poco ingenua, nada más.

HUGO: ¿Un poco? ¿Crees que esos «asesinos en serie» suelen ser tan amistosos con las mujeres solitarias que ven en los pubs como lo fueron contigo?

ANAJU: Mira, estaba borracha, mi recelo rozaba el mínimo histórico y bajé la guardia. En realidad me pillaron completamente desprevenida. Fue una estupidez, lo admito, pero sigo con vida, así que deja de decirme lo estúpida que fui. Además, resulta que eran unos tíos generosos. Pues también resulta que esta mañana he encontrado un sobre marrón dirigido a mí encima de la mesa de la cocina. Dentro había 5.000 €, ¡¿no es increíble?! ¡Para que digas que no eran generosos!

HUGO: ¿Había alguna nota dentro, o una tarjeta de agradecimiento quizás?

ANAJU: Hugo, ¿nunca te tomas nada en serio? No, no había ninguna nota, así que puede que ni siquiera sea de ellos.

HUGO: Anajus, esta noche ha aparecido un sobre marrón en la mesa de tu cocina con 5.000 € dentro. A no ser que el cartero tenga la llave del piso me parece que cabe suponer que ha sido cosa de ellos.

ANAJU: ¿Y qué voy a decirle a la policía?

HUGO: ¿No vas a quedarte el dinero?

ANAJU: Hugo, tengo una hija de trece años, no creo que ocultar información sobre un atraco a un banco (además de parte del botín) sea precisamente lo más sensato que puedo hacer. Además, tanto si lo crees como si no, tengo conciencia.

HUGO: Bien, normalmente estaría de acuerdo con la teoría de decir la verdad y acatar las reglas, pero en este caso creo que deberías mantener la boca cerrada. Para empezar, esos tipos saben que eres la única persona que sabe algo sobre el asunto, saben dónde vives y pueden entrar en tu casa en plena noche sin que se enteren los vecinos ni nadie de los que están dentro. No creo que te dieran ese dinero como un regalo para que empieces con buen pie tu nueva vida, no les pega hacer algo así.

Love, AnajusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora