Capítulo 44

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Tiene un mensaje instantáneo de: JAVIER

JAVIER: Apuesto a que has vuelto a comer bocadillo de ensalada para almorzar.

EMMA: ¿Porque lo dices?

JAVIER: Es POR QUÉ, no PORQUE. Veo la lechuga que te cuelga de los aparatos. Me extraña que no hayas decidido alimentarte a base de purés a estas alturas, o al menos con algo que pueda sorberse con una pajita. Comer sólidos no te sienta nada bien.

EMMA: Dentro de una semana ya no podrás meterte conmigo. Pues ha llegado el final de una era. Se acabaron los aparatos. Después de tres años y medio detrás de los barrotes, mis dientes, mis dientes perfectos, debería añadir, serán libres.

JAVIER: Bueno, ya iba siendo hora. Me muero de ganas de ver cómo salen. Necesito ver cómo salen.

EMMA: En realidad no necesitas saber nada antes de que vayas a estudiar a la universidad, Javier. Digamos que la idea es aprenderlo allí.

JAVIER: Bueno, todavía no me han admitido, ¿verdad? Podría suspender los exámenes y no conseguir la puntuación necesaria para esa carrera.

EMMA: Entrarás, Javier.

JAVIER: Ya se verá. ¿Ya has pensado en qué te quieres matricular? Más vale que lo decidas porque muy pronto tendremos que rellenar los formularios de la central de solicitudes de ingreso.

EMMA: Cuánto estrés. ¿Por qué demonios se supone que a los dieciséis (diecisiete, en tu caso) decidamos lo que queremos hacer el resto de nuestra vida? Ahora mismo lo único que quiero es salir del colegio, no comenzar a hacer planes para meterme en otro. Tienes suerte de haber tenido siempre tan claro lo que quieres hacer.

JAVIER: Ha sido gracias a ti y a tus dientes torcidos. Además, tú hace más tiempo que yo que sabes lo que quieres hacer. Ser DJ.

EMMA: Pero que yo sepa eso no se estudia en la universidad, ¿no?

JAVIER: ¿Quién dice que tengas que ir a la universidad?

EMMA: Todo el mundo. El tutor de orientación profesional. Mi madre. Mi padre. Todos los profes. Dios, Rupert, hasta Sanjay dice que tengo que ir y que él cuidará de mamá por mí.

JAVIER: Bueno, yo no le haría mucho caso a Sanjay porque tiene segundas (y espantosas) intenciones. Tampoco le haría caso al tutor de orientación profesional porque su trabajo consiste en dedicar media hora a la semana a comentar carreras universitarias hasta la saciedad. ¿Crees que realmente le importa lo que vayas a hacer? Lo que piensa Rupert me traería sin cuidado, tu padre lo único que hace es no contrariar a tu madre y tu madre te dice que tienes que ir sólo porque piensa que tú quieres hacerlo. Y de Dios mejor te olvidas. Como dice siempre tu madre, no hace más que reírse.

EMMA: Pero mamá ha trabajado muy duro hasta que por fin ha podido estudiar lo que quería y ha luchado como una loba. Quería esa oportunidad cuando tenía mi edad y en cierto modo yo me interpuse y ahora que me toca a mí no hay nada que me lo impida. Creo que mamá piensa que debería saltar de alegría, pero la verdad es que a mí más bien me parece una sentencia de cárcel. Papá me dijo que este año podría volver a pasar el verano con él y trabajar en el club detrás de la barra unas pocas noches a la semana. Sugar me enseñaría las demás noches. Dice que si realmente quiero hacer eso tendría que empezar a tomármelo en serio.

Love, AnajusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora