TERCERA PARTE DE GREEK GODS:
"Hermes : El mensajero de los Dioses"
El corazón de Hermes esta roto ... ¿Y a donde lo llevó eso?
A entrar a un bar, hacerse amigo de una barman y acostarse con ella, todo en una misma noche.
Faith Decker.
Ella es todo l...
Lo freno de golpe y con ambas manos sobre mi cadera, me giro al igual que mi hermano, hacia Abraham, a quien descubro con las manos sobre el rostro y ambos codos apoyados sobre la mesa, aburrido de nuestra pequeña discusión.
—Abraham es el jefe aquí, dejemos que hable.—Digo yo.
Abraham aparta ambas manos de la cara, las deja caer sobre su escritorio y apoya la espalda sobre la silla, casi recostándose.
—¿Ya acabaron? Lo siento, me perdí en el "Si y No"
—Ósea al inicio.—Suelta Keegan.
Frunzo el ceño, meticulosa.—Abraham, por favor.
—Mi decisión es...
—Si la contratas, yo renuncio.
—¡Keegan!.—Alzo la voz volviendo hacia mi hermano.
Tiene una sonrisa arrogante en el rostro, ha dejado sin opciones de elegir a Abraham.
¡Qué hijo de pu...
Ah no, es cierto... somos hermanos.
Perdóname, mami.
—Prácticamente lo pones entre la espada y la pared. Es injusto, Keegan.
—Lo siento, hermanita.—Para nada lo siente.
Preocupada me giro hacia Abraham.
El encoge los hombros.—Ya oíste a tu hermano.
Keegan tiene una enorme sonrisa en el rostro y tengo ganas de abofetearlo.
—No puedo perder a otro Greek Gods, Artemisa se fue...
Grave error mencionar a Harley frente a Keegan.
Con disimulo, le doy una mirada a mi hermano, su actitud de haberme ganado esto se ha borrado.
Son pocas las veces que he visto llorar a Keegan, su ruptura con Harley fue una de ellas.
Aunque no fue el único dolido, esa misma noche cuando lleve a Harley a casa, ella termino derrumbándose cuando estuvimos solas.
—En conclusión, estamos pasando por una crisis.—Alza la voz y se pone de pie.—Ahora si me disculpan, necesito averiguar que hacer respecto a nuestras nuevas vecinas.
—Te preocupas por nada, amigo.—Pronuncia Keegan.—¿Qué tan buenas pueden ser?
—Yo oí que son muy buenas, al menos su invitación lo es.—Saco el folleto de mis bolsillos.—Mira, que bonita.
Abraham señala hacia la puerta.—Largo.
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