16. Confrontación

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Hermes:

Media hora esperando para no tener una respuesta inmediata, recibo el mensaje de Faith y lo abro, le contesto cuando finalmente la señorita me llama y me presenta con el médico.

—Sí, fue un accidente de coche.

¿Ella no...?

—¿Cómo está ella?

—En observación, pero no hay un daño severo.—Me indica el medico.—Puedes verla ahora.. ¿Eres su novio, no?

Trago saliva y miento.—Un familiar.

Él me sonríe.—Acompáñeme, caballero.

Sigo sus indicaciones y durante el camino hacia la habitación donde se encuentra Dakota, puedo sentir un alivio dentro de mí, llego hasta ella y al verme ingresar, sus ojos se iluminan e intenta levantarse.

—Los dejaré solos.—Me indica el médico.

Dakota, casi sonriendo, me dice.—Viniste...

Me acerco a su cama, siento un nudo en la garganta.

—Qué bueno que estés bien.

Ella me toma la mano y por un minuto la dejo hacerlo.

—Todavía te importo.

—Tuvimos algo, de cierta manera lo es.—Hago que me suelte despacio.—Me alegro que estés bien, Dakota, pero es todo lo que necesitaba saber.

—Espera, Trevor..—Ella intenta levantarse.—Por favor, no te vayas.. Al menos... al menos quédate conmigo hasta mañana. No quiero...

Sus ojos se llenan de lágrimas.

—No quiero quedarme sola. Por favor, mi amor, no me dejes.

Un nudo se forma en mi garganta, odio hacer esto cuando ella está en pésimo estado.

—Hablaré con el médico.

La ilusión en sus ojos se borra.

—Le diré que avise a tus familiares, pero es aquí hasta donde puedo llegar.—Respondo.—Lo lamento, Dakota.

Voy de regreso y solo llego a coger el pomo de la puerta.

—¿La amas?

Su voz a salido de muchas combinaciones, dolida y casi perdiéndose.

—Dijiste que yo iba a arruinar lo que tenías con esa persona... entonces ¿Tú la amas?.—Su voz termina por romperse.

—Sí, lo hago.

Trevor...

Ella comienza a llorar y es lo último que escucho antes de salir de la habitación y de despedirme de Dakota, la primera mujer que tuvo mi corazón.









Ella comienza a llorar y es lo último que escucho antes de salir de la habitación y de despedirme de Dakota, la primera mujer que tuvo mi corazón

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Greek Gods: El Deseo de HermesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora