Greek Gods: El Deseo de Hermes

8. Folla- Amigos

Faith:

—¡Apresúrate!. —Le grito a Hermes, le lanzó la toalla para que cubra esas partes privadas.

—¡¿Ya?!

—Lo hago lo más rápido que puedo...

—¡Hazlo más rápido!

—¡Faith! ¡¿Qué tanto estás haciendo?!. . —Grita mi hermano.

Cojo la toalla y me la envuelvo a la cintura, con mi mano libre llevo a Hermes hacia el balcón.

—¿Qué estás haciendo?

—Tienes que quedarte aquí.

Hermes abre mucho los ojos. —¿Estás loca?

—Sí, ya me han dicho eso.

—¡Faith, no..!

Le cierro la puerta y lo oculto con las cortinas, le pido a Hermes que se agache y con rapidez voy directo hacia la puerta.

Me sujeto bien la toalla y doy un carraspeo, antes de decidirme a abrir la puerta.

—Hermanito...

Keegan me aparta e ingresa al departamento.

—Iugg.. Tapate. No quiero ver tu fealdad. —Me suelta mi hermano.

—¿Qué quieres?

—Eso quiero saber yo.

Arqueo una ceja.

—El dueño está quejándose conmigo porque dice que traes hombres al departamento.

Sonrio. —¿Y eso te parece nuevo?

—Lo que me parece nuevo es que me haya dicho que te ha visto tres veces con el mismo tipo.

Abro los ojos.

—¿Quién es?.—Mueve el mentón.—Empieza a hablar.

—Eso...—¿Y ahora que, Faith?.—Eso no te importa.

—¿Acaso es un delincuente? ¿Es narco? Ya tuvimos problemas con una así, no traigas más..

—No es narco, por dios, cálmate, Keegan.

Mi hermano me observa fijamente.—¿Sabes qué si estás saliendo con alguien formalmente primero debe pasar por mi revisión?

Con burla, cuestiono.—¿Qué acaso él es un examen y tú el profesor?

—Lamentablemente eres mi hermanita y debo hacer esto, es mi deber y más si nuestros padres están lejos.

Junto los ojos, mirándolo de forma acusadora.—Deja de practicar ser buen padre conmigo, Keegan.

Él suspira.

—¿Al menos puedo saber si va en serio?

Muerdo mi labio, al notar mi silencio, se ve más preocupado.

—Faith.. —Él se acerca un paso a mí. —¿Vas en serio con él o no?

No respondo, solo bajo la mirada y la subo, tengo una mirada preocupada de Keggan sobre mí.

Mi hermano deja ir un suspiro.—Como sea, espero que estés eligiendo bien.

El me señala con su dedo.

—Y dile una sola cosa a tu follaamigo.

¿Folla-amigo?

—Si te hace daño, voy a romperle todos los huesos del cuerpo.