O30. Luke |Tragedia|

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Comencé a lanzar todas las cosas que tenía a mi alrededor hacia él, logrando pegarle con algunas de ellas. De mis ojos no paraban de bajar las lágrimas, aquellas que él había provocado.

— ¡Hablemos de esto como gente civilizada! —gritó, acercándose hacia mí y tratando de tomarme entre sus brazos.

— ¡No! ¡Vete a la mierda! —mi garganta parecía desgarrarse con cada palabra que soltaba mi boca, al igual que mi corazón se rompía con cada intento de zafarme de su agarre que hacía— ¡Hijo de puta! ¡No eres nada más que un puto desgraciado!

Logré darle una patada en la canilla, provocando que me soltara para sostener el lugar donde sentía dolor. Estaba por salir corriendo, cuando Clark entró al lugar en donde me tenían presa, poniendo un pañuelo sobre mi cara y haciendo que quedara dormida en cuestión de poco tiempo. ¿Cómo era que se llagaba a un punto como éste? No encontraba respuesta alguna. ¿En dónde estaba todo ese amor que había profesado hacia mí unos días atrás? ¿Acaso su corazón era tan débil que se arrepentía? No lo entendía y dudaba que algún día lo haría.

Estos tiempos de guerra dolían. Dolían como si alguien me estuviera clavando una aguja en el ojo, descuartizando mi cuerpo, tomando mi corazón y presionándolo hasta que ya no quedara nada de éste; llenando mi cabeza de ideas y preocupaciones, que no daban lugar a nada más que soledad y aquello que alguna vez en mi vida llegué a llamar locura, pero que, estando en esa posición, no había forma que la falta de cordura se sintiera identificada con esa palabra.

Sus ojos claros todavía estaban instalados en mi ser, al igual que sus besos, sus caricias... todo él. ¿Cómo bloquear tan fuerte sensación, cuando era lo único que podía recordar detalle por detalle? Sabía que todo en algún momento se iba a ir a la mierda, pero esperaba que, cuando el tiempo llegara, él estaría a mi lado, ambos combatiendo desde el mismo bando, juntos como debía de ser. Mas el destino había logrado pegarme una patada en las costillas. Los escenarios pasaban por mi cabeza una y otra vez, armando y desarmando los hechos, pero en ninguno de ellos Luke y yo salíamos triunfando, al menos no juntos dadas las circunstancias. Cuando me contó el plan que Campbell había creado, junto a Harry y Lexie, aunque, siendo sincera, Harry no estaba bien en su cabeza, simplemente era una marioneta controlada por Campbell; le conté todo a Allie, sin remordimiento alguno, sin duda, sin tener idea de lo que serían las consecuencias.

— ¿Por qué no comes? —preguntó Jason, acercando el plato con un poco de comida. Hacía unos minutos había despertado, completamente sola, casi congelándome del frío. No respondí a la pregunta del chico, dándole la espalda, jugando con la tierra que había en el piso. Lo escuché suspirar, mientras se acercaba cada vez más— Debes comer o morirás de hambre.

— Entonces, supongo que seré Bartleby —respondí, tomando el plato y tirándoselo con mucho esfuerzo. Todas mis fuerzas las había consumido lanzándole cosas a Luke. Tenía hambre, mucha hambre, mas me negaba a comer todo lo que me trajeran. Prefería morirme de hambre antes que tener que confiar en ellos.

Jason se alejó enojado, no sin antes darme una palmada en la espalda, más de lástima que otra cosa. Algo más que la guerra se había llevado fue nuestra amistad. ¿Tan bajo iba a caer de tener que aliarse con Campbell? Tiempos violentos como estos mostraban las verdaderas esencias de las personas.

— Sigue sin comer —escuché que le hablaba a alguien, mas no había notado cuándo una persona más ingresó al lugar—. Si continúa así, va a morirse en muy poco tiempo.

— Un problema menos.

La voz de Campbell hizo que un escalofrío me recorriera de pies a cabeza. No le temía, pero estaba muy débil para defenderme de cualquier cosa que intentara hacerme. No lo quería cerca, no cuando me encontraba en un lugar de desventaja, con un estado demasiado lamentable como para enfrentarlo así como lo haría normalmente.

The Society |One Shots|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora