O19. Luke |Celos|

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Llevaba más de media hora sentada en el estacionamiento del colegio. Comenzaba a refrescar y yo no había llevado abrigo, confiada de que mi novio sí vendría a buscarme, pero al parecer se olvidó. Llevé mis manos a mis brazos, frotándolos para entrar en calor. En el estacionamiento todavía quedaban algunos vehículos, la mayoría de los profesores y otros pocos de las animadoras y el equipo de fútbol americano. Siempre tenían entrenamiento los jueves durante las últimas dos horas de clases y 20 minutos más en caso de que el entrenador quisiera recomendar algunas cosas para el siguiente entrenamiento.

— ¿Qué haces aquí afuera? —escuché cómo una voz preocupada se dirigía hacia mí.

Miré hacia atrás para saber de quién se trataba. No me sorprendió al ver que era Grizz.

— Estaba esperando a Luke —respondí, un poco incómoda.

— No quiero ser portador de malas noticias, pero si no vino a esta altura, ya no aparecerá —se acercó más a mí, sacándose su campera y pasándomela.

— Gracias... —susurré, poniéndomela.

No quería aceptarla, pero hacía demasiado frío y no iba a aguantar con la fina remera que llevaba puesta. Le sonreí de lado y me abracé a mí misma una vez que la campera ya estaba puesta.

— Ven —me extendió a su mano—. Yo te llevaré hasta tu casa.

— No, Grizz... en serio no quiero molestarte.

— Nada de eso. Además, no es como si no supiera dónde vives —rió, encogiéndose de hombros.

Dudé un poco, pero al final terminé tomando su mano. Estaba congelándome y sabía que Luke se había olvidado de mí. No ganaba nada negándolo.

Luke y yo llevábamos siendo novios desde hacía ya unos ocho meses. Él era mayor que yo, por lo que nuestra relación en un principio fue rechazada completamente por mis padres, al igual que por mis amigas. Tampoco ayudaba cómo él se veía y su actitud frente a los demás. Siempre usaba ropa negra y chaquetas de cuero. Toda una vida pensé que ese era un estereotipo de "chico malo" del que siempre leía en las novelas de mis amigas, pero todo cambió cuando lo conocí.

No pude evitar enamorarme de él desde el minuto en el que lo vi, con sus mejillas un poco coloradas por el calor del verano y su sonrisa perfecta. No nos conocimos bajo las mejores condiciones, ya que yo estaba un poco borracha luego de una fiesta en la playa y caí sobre él tras tropezar con mis propios pies. Recuerdo que esa noche hablamos por horas, en las cuales sentí que lo conocía desde hacía años.

Luego de eso comenzamos a pasar el rato juntos. Él me invitaba a dar una vuelta o escaparnos por la noche para ir al bosque, donde nos sentábamos sobre el capó de su auto y hablábamos sobre la primera cosa que se nos viniera a la cabeza. No había otra persona en el mundo que me hiciera sentir tan bien como lo hacía Luke. Aunque, todo tiene su lado negativo.

Luke era muy celoso. No de esos chicos posesivos que te tratan como si fueras una cosa, pero no le gustaba que me relacionara con los que él creía que querían estar conmigo o lo estuvieron. ¿Uno de ellos? Grizz.

Grizz y yo fuimos novios por un año, pero terminamos una semana antes de que conociera a Luke. La noche en la que nos encontramos el uno al otro, había estado borracha porque intentaba ahogar mis penas en el alcohol, para poder superar a Grizz. Habíamos terminado porque él supuestamente ya no sentía lo mismo por mí que por otra persona con quien había comenzado a hablar, cosa que entendí, pero no significa que no me haya dolido.

— Llegamos —anunció Grizz, una vez estacionado frente a mi casa.

Yo asentí y comencé a sacarme la campera, pero su mano me interrumpió.

The Society |One Shots|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora