Sonreí al ver sus mejillas rojas por mi comentario anterior. A veces podía llegar a ser muy vergonzosa. Ella llevó sus manos hacia su cara, cubriéndola con las mismas. Yo reí y las aparté, para poder apreciarla mejor. Nunca había estado tan enamorada.
Tiré las llaves sobre la mesita que se encontraba a un lado de la puerta, mientras que me sacaba mi abrigo y lo colgaba en el perchero. Dentro de la casa siempre estaba caluroso. Esa era una de sus cosas favoritas, cuando llegaba y podía deshacerse de los montones de ropa que llevaba puesto, para quedarse con una simple remera de mangas largas. Ambas nos sentábamos en el sillón frente a la televisión, mirando lo que sea que estuviera, de todas formas no es como si le prestáramos atención.
— Déjame verte —susurré, acariciando sus mejillas con una gran sonrisa en mi rostro.
— Me da vergüenza —dijo, mirando hacia otro lado. Su dulce voz se escuchaba un poco apagada.
— No debería —mi tono era firme, llamando su atención por completo—. No sé cómo es ser tan hermosa como tú, pero estoy segura que no debería de dar vergüenza.
La sonrisa que me mantenía despierta por las noches apareció. Me acerqué más y uní nuestros labios. Era un beso tierno y lento. No había apuro, no existía el tiempo. Solamente éramos ella y yo, solas en su habitación. La noche, que ya estaba sobre nuestras cabezas, creaba el ambiente perfecto.
Comencé a preparar la cena, mientras que ponía a calentar agua para el té. Bufé cuando noté que ya no tenía más té verde, por lo que opté por uno de manzanilla. Mi cabeza estaba por explotar, ya no aguantaba el estrés y la presión que ponían sobre mí. Primero, la Guardia con sus entrenamientos, después, Allie con sus constantes exigencias. No sabía cuánto más iba a aguantar así. Todo era más fácil antes.
— No quiero ir —me quejé, dejando descansar mi cabeza sobre su hombro derecho, rodeando su cintura con mis brazos.
— Será divertido —rio ella, haciéndome mimos en el pelo—. Todos necesitamos distraernos y el baile es una buena excusa.
— No tengo un buen presentimiento sobre esto —admití, alejándome para mirarla a los ojos—. Lo siento acá —señalé mi corazón, el cual bombeaba como loco.
— Te prometo que todo va a estar bien —me aseguró, dejando un beso en mi frente y sonriéndome—. Ahora vamos a vestirnos que quiero ir a bailar con mi novia.
Tomé la quinta pastilla del día, de nuevo esperando que aliviara el dolor, pero de alguna forma eso nunca sucedía. Había intentado de todo, desde pastillas hasta hacer yoga junto a Grizz, pero nada ayudaba. No existía forma en el mundo de que pudiera aliviar mi dolor.
Prendí mi celular y observé la foto que tenía frente a mí. La miré con un poco de nostalgia, pasando mis dedos por la pantalla, tratando de no largarme a llorar ahí mismo. Tenía que ser fuerte. Si yo no me desmoronaba, entonces significaba que todo estaba bien... todo iba a estar bien.
Entrelacé nuestros dedos mientras entrábamos al salón. Reí al ver cómo los chicos reían, tomando alcohol como si sus vidas dependieran de ello. Cassandra apretó mi mano con más fuerza, mirándome a los ojos y sonriendo. Esa era su forma de decir que no me preocupara, que todo estaba bien y que estaba siendo paranoica. De tan enamorada que estaba, le creí.
No sabía cuánto tiempo había pasado admirando sus fotos, pero sí noté que fue lo suficiente como para que mi cena se enfriara. No había cosa que me saliera bien. Últimamente, todo era un completo desastre en New Ham. Cerré mis ojos con fuerza, pretendiendo que ya no estaba aquí. Mis deseos de desaparecer aumentaban con cada segundo que pasaba. Tal vez, al abrir mis ojos, no me encontraría sentada en un sillón viejo, enfrentando una televisión ya rota, sobre un piso de madera que rechinaba con cada pequeño movimiento que hiciera, rodeada de paredes que parecían encogerse cada vez más... tal vez, al abrir mis ojos, no me encontraría con el corazón roto... tal vez, al abrir mis ojos, la encontraría a ella.
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The Society |One Shots|
FanfictionVoy a subir one shots de The Society. 🌻Acepto pedidos y sugerencias🌻 Que disfruten 💛