•Capítulo 31•

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MIA MCQUEEN

— ¿Papá, que sucede? —pregunte.

—Agarra algunas cosas necesarias que nos vamos —dice firme.

—Pero... —trate de hablar, pero fue imposible.

— ¡Hazme caso, Mía! —me grito antes de ir a la habitación que comparte con Natasha.

Mi papá jamás me había gritado, siempre la de los gritos era mi mamá, pero no mi papá. Miro hacia las escaleras y no se ve nadie, la puerta de Aarón se abre, me mira con confusión y yo solo puedo observar sus ojos, se nota que recién despertó por su pelo desordenado, cuando me doy cuenta desvió la mirada para entrar a mi habitación.

¿Nos vamos? ¿Qué sucedió? ¿Vacaciones de última hora? Miles de preguntas se forman en mi cabeza mientras saco una maleta para meter ropa. Cuando meto todo lo necesario para tres o cuatro días camino al baño tomando mi cepillo de dientes, peineta, desodorantes y más por el estilo.

Golpean mi puerta sobresaltándome, giro y veo a mi papá parado en el marco de la puerta.

— ¿Estás lista? —su tono de voz era borde.

—Sí.

—Vamos. Otro día volvemos por el resto —dijo antes de desaparecer.

Suspire tomando mi celular entre mis manos, agarre la maleta para salir de mi habitación, no sabía qué pensar o que hacer, baje las escaleras encontrando a Natasha sentada en el comedor con un Aarón tenso a su lado, ella estaba llorando.

— ¿Aquí termina todo? —pregunto mi papá.

¿Qué? ¿Cómo que termina todo? Mire a Natasha sus ojos estaban con los de mi papá.

—Solo vete, Marcus —mascullo ella.

Por un momento me acordé cuando Aarón entraba a mi habitación y yo lo echaba. Pero esta vez eran nuestros padres interpretando una escena que nosotros hemos interpretado varias veces.

—Adiós —le dijo mi papá abriendo la puerta.

No podía llegar y largarme, suspire dejando mi maleta parada en la entrada, me encamine hasta Natasha y la abrace, ella también correspondió el abrazo dándome un débil apretón.

—Cuida a tu padre —murmuro aun abrazándome.

Me separé y le di una sonrisa.

—No sé qué sucedió, pero eres una genial mujer —le dije y ella me sonrió.

A pesar de que no quería que se casara con mi papá, ella es una buena mujer, necesito saber que paso, pero no de ella, necesito saberlo de mi papá.

—Tú también eres una chica increíble, Mía.

Le sonreí.

Enderece mi espalda y mire a Aarón, quizás esta sería la penúltima vez que lo vería, ya que en la graduación estamos obligados a encontrarnos y le pedí a Bárbara que cuando nos viéramos tratara de que Aarón no estuviera en su casa.

Me acerqué y lo abracé, él también correspondió, era como una despedida.

—Cuida de tu mamá — murmuré.

Conscientemente, enterré mi nariz es su cuello. Quizás lo iba a extrañar, en cierta parte ya me había acostumbrado a escuchar su voz cuando despertaba. Sentí como sus labios hicieron presión en mi cuello haciendo estragos por mi cuerpo, me separe para no levantar sospechas en Natasha.

—Ojalas nos veamos pronto —mentí.

Ella me sonrió con los ojos llorosos aún, camine hasta mi maleta, la tome y salí de la casa cerrando la puerta, camine al auto de mi papá y subí en silencio. No lo quería agobiar con preguntas aún, si él desea contármelo me lo contaría. Pero mi lengua picaba por hablar.

Tenías que ser tú© [BT#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora