Tenías que ser tú© [BT#1] ✓

•Capitulo 2•

MARATÓN INICIAL 2/3

MIA MCQUEEN

Al frente mío está uno de los mayores imbéciles que he conocido

Mis pensamientos se mezclan y se aclara. Obvio que él es el hijo de Natasha, pero no lo sabía cómo no la había visto. Sabía que se llamaba Natasha, pero...

¿Y cuántas Natasha's hay en el mundo? ¿Por qué él? ¿Por qué tenía que ser justo él? ¿Y por qué mierda me está mirando con esa sonrisa de imbécil que tiene?

—Mía —habla mi papá haciendo que lo mire.

«¿Dónde están tus modales, hija?» grita la cara de mi papá y la mía debe gritar un «Me puedo ir»

Suspiro formando una sonrisa me acerco a Natasha que está al lado de mi papá.

—Cariño, ella es Natasha —la presenta.

Alta, castaña, ojos verdes. Cuerpo esbelto, pero con curvas que se pronuncia en el vestido entubado que trae ceñido al cuerpo. Es follable. «Joderrrr, no pensemos así. Comportémonos.»

—Hola —digo, sin saber que más decir.

—Es un gusto, hermosa —se toma confianza de abrazarme dejándome helada.

Hago una mueca, pero desaparece cuando papá me mira mal y me obligo a darle una oportunidad.

—Igualmente, Natasha —me separo dándole una palmadita en el hombro.

—Dime Natt, por favor. Me hace sentir vieja cuando me dicen Natasha —ríe.

Y yo la miro extrañaba, pero igualmente le sonrío.

—Está bien, Natt.

Qué incómodo, dios.

—Y este joven de aquí, es su hijo y tu compañero —presenta papá señalando a Aarón.

Ignoro la punzada que me atraviesa cuando volteo a mirarlo. No es una punzada de enamorada, ni de nada por el estilo. Es una punzada que dice que lo quiero matar y descuartizar.

— ¿Cómo estás, princesita? —cuestiona rodeándome con su brazo.

Le sonrió con hipocresía e intento quitármelo de encima con disimulo porque nuestros padres nos ven.

— ¿Ustedes se llevan bien? —pregunta mi padre.

—Claro, somos amigos.

Mentiroso.

—Qué extraño —papá pasea una mano por su barbilla —Mía nunca me habla de ti.

Sonrío ante las palabras de mi papá porque son un golpe para Aarón. Toma hijo de tu mamá.

—Es que solo somos amigos porque Mía es amiga de Bárbara y Bárbara es mi mejor amiga y novia de mi mejor amigo.

Frunzo mi ceño viéndolo.

—Bárbara es mi mejor amiga —recalco.

—Pero también la mía, princesa —dice Aarón.

—Que mentiros eres.

Y sonríe como si lo que le hubiera dicho fuera un cumplido. Pero no es ningún cumplido, es un maldito mentiroso, además, estoy cien por ciento segura que él sabía de esto y no fue capaz de decirme nada.

—Y tú qué pesada —abro mi boca ofendida.

—Aarón, cariño —regaña su mamá.

Sonreí para mis adentros. Toma, imbécil.