•Capítulo 16•

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MIA MCQUEEN

Me encontraba sorprendida y ¿Molesta? Joel era lindo y muy buen amigo –creo que siempre lo he dicho– sin embargo, no quiero tener una relación con él porque no quiero arruinar nuestra amistad que hemos formado.

— ¿Entonces que dice, Mía? —volvió a preguntar.

Esta vez decidí responder.

—No.

Los ojos de Joel se abrieron en sorpresa y decepción. Sus manos soltaron las mías para retorcer unos pasos y luego llevarse las manos a la cara escondiendo sus ojos azules de mí. Mis manos también tocaron mi cara para soltar un suspiro ¿Por qué la vida es tan complicada? O mejor dicho ¿Por qué el amor es tan complicado? ¿Por qué yo soy tan complicada? Aghhhh.

—Joel, somos amigos para qué...

— ¿Complicarlo? —me leyó la mente — ¿Mía los amigos se besan?

Sus ojos dan con los míos.

—No —murmuré bajo.

— ¿Entonces porque aceptabas que te besara o que te tocara?

Me sentía mal emocionalmente. Me sentía como la mierda, Joel era un chico increíble con el cual podría tener una relación sana, pero los sentimientos no eran correspondidos. O eso creo. Odio confundirme, nunca me he confundido con un chico, siempre he intentado ser directa y tengo conocimiento de mis sentimientos a pesar de que algunas veces los ignoro.

—Joel, tú me atraes —soy sincera —Pero me encuentro confusa con otro chico —finalizo.

Los ojos de Joel se cierran mientras con sus manos los aprieta para luego ir a desordenar su pelo.

— ¿Quién es? ¿Físicamente o psicológicamente?

— ¿Qué? —pregunte haciendo una mueca de interrogación con mi cara.

— ¿Te atraigo física o psicológicamente?

Era obvio que físicamente no estaba mal, buen cuerpo, bonitos ojos, labios carnosos, rostro marcado, pero también me traía psicológicamente, ya que era buena persona, simpático y muy atento.

— ¿Por qué tantas preguntas? —trate de evitar su pregunta.

—Solo respóndeme.

—De ambas maneras. Solo que no es como lo que siento por el otro chico.

Desvié mis ojos de él mirando hacia el horizonte. Odiándome por dentro por asimilar mis sentimientos hacia Aarón.

— ¿Quién es el otro chico? —cuestiono.

—No puedo decirte.

— ¿Te gusto?

—Joel, realmente no lo sé, me siento... pero mejor seamos amigos —intenté buscar una solución —Y nada más de besos, ni caricias.

— ¡Es que yo no quiero ser tu amigo! —soltó bruscamente haciéndome sobresaltar.

— ¡No me grites! —él bajo la cabeza, avergonzado —Lo único que puedo ofrecerte Joel es mi amistad.

—No quiero tu jodida amistad —susurro.

—Joel...

—No. No quiero seguir hablando. Volvamos a la casa y te pido un taxi.

— ¿No me irás a dejar? —pregunté alzado mis cejas.

No me gusta andar en taxis sola, especialmente si está cayendo la noche.

Tenías que ser tú© [BT#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora