Tenías que ser tú© [BT#1] ✓

•Capítulo 24•

MIA MCQUEEN

Lleva aproximadamente diez minutos sentada en mi cama aun analizando que abajo se encontraba el papá de Aarón, el cual para mí es completo desconocido, una parte de mí quería bajar y pedirle que se fuera, ya que no sabía qué hora regresaría Natasha con mi papá. Pero la otra parte se encontraba nerviosa pero no asustada.

Agarré mi celular para entrar a whatsapp quería enviarle un mensaje a mi papá para contarle en la situación que me encontraba, pero preferí hablarle a Aarón.

Yo: ¿Dónde estás?

Aarón demoró unos minutos en contestar.

Imbécil: En la fila del supermercado queda una persona antes que yo.

Yo: Qué bueno ¿En cuánto rato más llegas?

Imbécil: Quizás en unos diez minutos ¿Me extrañas?

Involuntariamente sonreí.

Yo: No.

Una parte de mí quería contarle a Aarón que su padre se encontraba en la casa, conmigo a solas, pero no sabía si Aarón tenía una buena relación con él y por lo que yo supuse al parecer no la tenían. Simplemente, decidí esperar a que llegara.

Imbécil: No te creo. Yo sí te extraño.

Dios. Aarón quiere causarme un infarto, sus mensajes y palabras así hacen que me confunda más y más que mi corazón se acelere demasiado, sin saber qué mierda pensar.

Imbécil: Compre varios condones ;)

Yo: Ojalas te sirvan.

Imbécil: Créeme NOS servirán.

Imbécil: Hablamos cuando llegue a casa me toca pasar. Besos allá abajo.

Aarón realmente era una imbécil. Reí sin poder contenerme, luego empecé a estudiar para tratar de ignorar la presencia de un desconocido en el primer piso, pasaron unos cinco minutos y Aarón aún no llegaba, mis nervios aumentaron cuando escuché un golpe en mi puerta.

Me levanté de mi cama y caminé hacia la puerta con las piernas temblando por la inquietud. Abrí la puerta y lo encontré ahí.

— ¿Desea algo? —pregunté pasando saliva.

— ¿Querida, dónde está el baño? —pregunto.

Sus ojos recorrieron mi cuerpo causando escalofríos, para después mirar detrás de mí como si buscara algo.

—El baño de invitados está abajo detrás de las escaleras —dije y él asintió.

—Gracias —me sonrió.

Iba a cerrar la puerta cuando él interpuso su pie, bajé la mirada a su pie frunciendo el sueño, volví a mirar su rostro con algún tipo de temor.

—Ya que subí —vuelve a mirar detrás de mí — ¿Podría ocupar tu baño?

—No —negué rápidamente —Por favor ocupe el baño de abajo, me encuentro ocupada.

Pase saliva tratando de volver a cerrar la puerta, pero fue imposible, me estaba empezando asustar más de lo que me había asustado en mi vida, lo mire tratando de eliminar cualquier tipo de miedo.

—Por favor, que puede tener tan ocupada —inquirió.

Esta vez trate de actuar rápido, le pise su pie haciendo que este lo sacara, trate de cerrar la puerta, sin embargo, él empujó la puerta haciéndome caer contra el piso por la fuerza que uso.