Capítulo 27.

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P.O.V Park Jimin

Me quedo pensativo por un rato ya que no quería responderle, ni yo tenía una respuesta exacta.

-Ya le dije que fue porque quise. No quería dejar que se muera-

-¿Entonces te quedas por pena? Si es así ya te puedes ir yendo-

Niego rapidamente e intento pensar en una respuesta que exprese realmente el por qué.

-Prefiero esta vida a la que tenía antes. La monotonía y la soledad era una tortura para mi, hay gente que le gusta tener una rutina fija pero a mi no. Me sentía encarcelado en un bucle emocionalmente. Las semanas que he estado pude sentir muchos sentimientos que no conocía, emoción, miedo, felicidad y mucho más. Aunque siempre estaba en esa habitación la poca certeza de cuando iba a venir o qué es lo que iba a decirme o hacer, me hacía sentir vivo... y pues... decidí quedarme.-

Él se me queda mirando y yo lo evito aún jugando con sus manos.

-¿Así que sientes que tu vida anterior era más un secuestro que lo que te hice? Te sentías encarcelado a una rutina pero al estar aquí mentalmente estabas bien lo cual no pasaba antes. Tampoco te sientes solo por lo que estás más tranquilo.-

Asiento con la cabeza y le miro.

-Como puede notar... hace ya 3 semanas que nadie sabe de mi existencia. Nadie vino a por mi ni llamaron a la policia. No hace ninguna diferencia si existo o no, pero estar aquí y saber que puedo serle útil hace que tenga un propósito-

Él niega con la cabeza y suspira.

-Le envié un mensaje a tu amigo hace unas semanas de que estarias en casa de tus abuelos. Comprobé el móvil de nuevo hace unos dias pero no habia nada nuevo. Así que entiendo un poco a lo que te refieres.-

Agacho mi cabeza intentando no mostrarme demasiado triste y entrelazo nuestros dedos.

-¿Ha podido averiguar donde me llavarán?-

Lo noto tensarse y su agarre intensificarse.

-No, por lo que puedes quedarte más tiempo.-

Me lanzo a abrazarle realmente feliz pero con cuidado de no hacerle daño. Al darme cuenta de que fui demasiado directo, carraspeo apartándome  y sus orejas ponerse rojas mientras mira a otro lado. Que adorable.

-Hyung, cuantas personas ha secuestrado?-

-Una.-

-¿Enserio? ¿Soy el primero?-

Él asiente y rio levemente.

-Pues es muy malo en su trabajo, está su víctima feliz rondando por su apartamento-

Me fulmina con la mirada e intento controlar mi risa.

-Era inevitable, hasta mis víctimas no son capaces de sobrevivir ante mis encantos -dice con aire superior-

-Mentira, quizás ni un secuestrador pudo ante MIS encantos por lo que me dejó libre. No le culpo, me veo como un ángel-

El mayor se rie lo cual se me contagia a mi también.

-Deberias dejar de aprender de mi, pareces un yo en proceso-

-Solo que más hermoso- me mira mal y sonrio inocente-

De repente me impulsa de la mano hasta que casi me caigo encima suyo. Por suerte pude apoyarme con mi otra mano al lado de su cabeza para no chocarnos y siento los nervios crecer de repente. Estamos muy cerca, puedo sentir su respiración en mis labios. Su pícara mirada va justo ahí y vuelve a mis ojos. De nuevo su presencia se siente muy grande, tiene un aura que me pone todo nervioso.

-¿Seguro que no caiste en mis encantos?-susurra tomando levemente mi barbilla-

Mi corazón late a mil y siento millones de mariposas en el interior. ¿Qué me está pasando?

-N-No, debe hacerlo mejor para que siquiera piense en u-usted.-

Eso le toma desprevenido y aprovecho para escapar hacia el salón.

Un rato más y seguro que hubiese hecho alguna estupidez.

• Trapped • { YoonMin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora