Capítulo 17.

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P.O.V Min Yoongi

Me han disparado y torturado de todas las maneras posibles, pero por qué mierda me duelen sus palabras? Siento que mentalmente ya estoy loco del todo ¿Qué estúpido se deja dañar y afectar por unos comentarios? Yo no y nunca fue así. Hasta ahora.

Era un dolor raro en mi pecho, al pensar en ello dolía más y me molestaba. No debería de afectarme lo que dice la gente y menos una víctima.

Si no le gusta mi cuerpo, no me importa, es su opinión de mierda.

Tomo el teléfono y grito a mi padre cuando atiende la llamada.

-PARA DE SER UN JODIDO CERDO INCAPAZ Y LLÉVATE AL MALDITO NIÑATO DE MI APARTAMENTO-

Escucho un suspiro de su parte e intento calmarme, que ganas de pegarle un puñetazo en la tráquea al perro que tengo como padre.

-Tranquilízate. Solo es un niño, no puedes con él? ¿Tan débil eres? No me jodas Yoongi, tenlo ahí un tiempo las cosas están empeorando, te tienen como objetivo fijo.-

Corto la llamada realmente furioso e intento respirar hondo. Solo es Jimin, un crío de apenas 19, debo tomarmelo con calma.

Vuelvo a mi habitación y recuerdo que debo darle ropa nueva para cambiarse. Lleva aquí ya poco más de una semana y solo se cambió de ropa una vez, por lo que tomo una sudadera mia y unos shorts junto a boxers nuevos que compré. No iba a compartir los mios.

Entro y le entrego las prendas lo cual parece subirle un poco más el ánimo. ¿Porque le afecta tanto como se ve? Va al baño y vuelve con su ropa previa doblada poniendola en un lado.

No me doy cuenta pero me quedo mirándole apoyado contra la puerta. Es raro ver a alguien más con mi ropa, le queda grande pero no demasiado, parece suyo. Inhala levemente lo cual seria mi aroma y eso parece gustarle ya que no hace una mueca de asco. No pensé que a alguien le gustaria el olor a cigarro en su ropa.

-Te vas a quedar un tiempo más, siguen habiendo problemas-

Él asiente dándome la espalda y sentándose jugando con el borde de sus calcetines. Seguro que sus dias se pasan realmente aburridos.

-No me preocupa, me di cuenta que estar aquí no está tan mal. Más bien es mucho mejor que cuando solia vivir con mis padres.-

Le miro realmente sorprendido. Aquí hay dos cosas que no tienen sentido. O sus padres fueron monstruos o yo estoy siendo realmente suave. Si me pongo estricto mi ansiedad sube, no puedo permitir eso. Mierda.

-Mis papás no eran... tan buenos. Por lo menos aquí no me castigas cuando te plazca, hasta ahora-

Y yo pensando que era malo, sus padres me superaron. Me siento en el suelo y observo su espalda mientras hablo.

-Si no fuese un secuestro estarías en otras condiciones, definitivamente eres la víctima que menos ha sufrido. No lo malpienses, tengo una razón para que sea así.-

Se gira para mirarme y se cruza de piernas lleno de curiosidad.

-¿Enserio? ¿Por qué es tan suave conmigo?-dice sin pizca de miedo ante mi-

-Deberias aprender a que la información no es gratis. Me debes dar algo a cambio para que te responda.-

Se pone a pensar mirando abajo y cuando tiene una idea duda antes de hablar.

-Le puedo dar algo a cambio pero debe esperar a la noche, prometo que es algo que le hará sentir mucho mejor-

Mis orejas se vuelven rojas al malpensar aquello. Empiezo a toser al atragantarme con mi propia saliva al imaginar lo que acaba de decir. Pensé que lo hizo apropósito pero al ver su rostro confundido e ingenuo ante mi reacción me doy cuenta que aquí el pervertido solo soy yo.

-B-Bien, si no me hace sentir mejor tendrás un castigo severo-

Él asiente seguro y decido darle la información, no pierdo nada y además estoy curioso de lo que pasará por la noche.

-No soy tan cruel contigo, porque cada vez que te hago daño sufro el karma de manera inmediata. Así que prefiero no hacerlo para no sufrir las consecuencias también- digo siendo más precavido y no mencionando mi ansiedad, la puede usar en mi contra-

• Trapped • { YoonMin }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora