16. La reina del hielo

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Anne:

La semana siguiente se extendió el rumor de que una hermandad de esas daría una mega fiesta por no sé qué razón. Toda la clase lo comentaba. Las chicas cuchicheaban sobre cómo irían vestidas y los chicos alardeaban sobre con cuántas tías se enrollarían. Yo no tenía pensado ir. A ver, no es que fuera aburrida y no me gustasen las fiestas; simplemente no me apetecía, menos encontrarme con mis compañeros.

Pero Eva no estaba de acuerdo.

- Venga Anne. Podríamos ir, beber un poco y mover el esqueleto. Quién sabe, a lo mejor puedes conocer al chico de tus sueños allí.

La miré con escepticismo.

- Paso.

Mi amiga hizo un mohín.

- Tía, qué aburrida eres. Además Rafa y su amigo Javy irán. Porfi, porfi, ven. No me dejes sola con ellos.

No pude evitar reírme. Al final sería ella la que me dejaría abandonada con Javy y se iría con Rafa a discutir temas más privados, fuera del horario infantil, seguramente. Me había pasado un millar  de veces desde que esos dos habían empezado a salir oficialmente ---porque sí, hubo una temporada en la que lo hacían en secreto y ni siquiera me lo habían contado a mí que era como una tumba---.  Algunas de las excusas que ponía para no salir eran que no me apetecía, que me habían puesto un ensayo de última hora o que quería pasarme el fin de semana encerrada estudiando.

- No me apetece, menos ver a la gran mayoría de compañeros borrachos como una cuba.

Ella suspiró.

- Oh, Anne. Ven, ven.

- Ni lo intentes. No voy a ir.

- ¿A dónde no vas a ir? ---preguntó una voz a mis espaldas.

Pegué un pequeño bote en mi sitio. Encaré a la persona que me había asustado y cuando vi que Gèrard se tronchaba de risa, lo fulminé con la mirada.

- No tiene gracia. Eres silencioso como un ladrón.
- Para mí sí que lo ha sido. No has visto tú reacción. ---Una sonrisita burlona tiraba sus labios hacía arriba. Ay, cómo me gustaría borrársela. Mas pronto se puso serio---. ¿A dónde no quieres ir?

Suspiré.

- Eva quiere ir a esa fiesta que se va a celebrar en una de las hermandades, pero yo paso. No me apetece.

- Estamos a martes y la fiesta no será hasta el viernes. Piénsatelo al menos ---lo intentó de nuevo Eva. Una de sus muchas características era que era una persona muy insistente y cansina. Cuando se le metía algo entre ceja y ceja no había quién la hiciera cambiar de opinión y en ocasiones como esa era desquiciante. Muy a mi pesar, sabía que al final acabaría dando mi brazo a torcer.

- ¡Eso suena fantástico! Podríamos ir los tres y pasar un buen rato.

- Mejor dirás los cinco ---le corregí yo---. Rafa y su amigo Javy también irán.

Eva me miró con expectación.

- Ya no puedes ponerme más excusas. Si Gèrard va, tú también irás. No me sirve la excusa de los ensayos ni de que debes estudiar. Celebremos que somos libres de hacer lo que nos plazca por lo menos una vez en la vida. Además, como dice el dicho "una vez al año no hace daño".

Debía reconocer que mi amiga tenía razón ¿Qué había de malo en ello? Además, seguro que lo pasaba bien. Ya ni recordaba la última vez que había salido de fiesta con mis amigos. Entre los estudios y los ensayos apenas había tenido tiempo de hacerlo.

- Está bien, iré. ¿Contenta?

Una gran sonrisa se instaló en los labios de ella.

- Mucho.

Perfecta Sincronía || Gèrard y AnneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora