20. Tantos bailes (Parte 2)

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Anne:

Tras confesar a mis amigos del estudio lo que había pasado entre Gèrard y yo el día anterior, tuve que aguantar las constantes miradas indiscretas que le lanzaron mientras hacíamos el estiramiento la tarde del domingo. Podía escuchar, además, algún que otro comentario fuera de lugar. Genial. ¿En qué momento se me ocurría contarlas algo así? Seguramente se burlarían de mí lo que restaba de día, semana, mes, año eternidad.

Lo peor vino cuando me tocó ensayar el dúo con él. Antes de reunirme en el centro, escuché con claridad el comentario mordaz de Erika.

- Espero que la cosa no se ponga muy caliente entre vosotros dos.

Por suerte nadie más aparte de mí lo escuchó. Con las mejillas ardiéndome con fuerza, me giré hacia ella y la fulminé con la mirada. Articulé un "cierra la boca" silencioso antes de moverme hacia el centro.

No sabéis lo difícil es incómodo que fue para mí aquel primer ensayo como pareja. No entendía la razón de que me estúpido corazón la tierra con frenesí.¡Si siempre habíamos bailado juntos, joder! Llevábamos más de un mes ensayando aquella coreografía. ¿En serio tenía que ponerme nerviosa en el momento en el que habíamos cambiado la etiqueta de <<amigos>> a <<novios>>? Fantástico, oye.

- Anne, deja de estar tan rígida. Parece que te ha metido un palo por el culo ---bramó Quinn con fuerza y, al momento, todos mis compañeros empezaron a reírse de mí.

Bufé.

-Anne, ¿Podrías dejar de pensar en las musarañas y concentrarte, por favor? Le estás haciendo perder el tiempo a tu compañero.

Más risas. Yo solo quería juntar la cabeza debajo de tierra y no salir nunca de mi escondite.¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué hoy el ensayo me estaba saliendo fatal?

Media hora después, Quinn dio por terminado el ensayo y nos dejó en manos del señor Ayers, el instructor de ballet. Hoy tenía 2 horas intensivas con él. El ballet era un estilo que personalmente me gustaba. Se requería de mucha técnica y trabajo duro para sobresalir y las coreografías basadas en él eran, a mi parecer, las mejores visualmente las más bonitas e impactantes.

Por suerte para mí, la clase fue sobre ruedas. Acabé más sudada que nunca. Las combinaciones que nos hacía hacer cada vez eran más complicadas. Dos veces me corrigió mi amiga Erika. A ella se le daba genial y no me extrañaba para nada que su dueto con Samantha fuera increíble. Ambas se les daba de miedo aquel estilo.

Fui la primera en llegar de los dos. Quinn tenía una casa particular y no nos podría ayudar, aunque no importaba. Aproveché el parón para beber un poco de agua y así refrescarme un poco. A pesar de que fuera del estudio aún seguía haciendo frío, allí dentro el calor era sofocante. No ayudaba nada que yo hubiese estado ensayando horas y horas y que tanto movimiento hubiese provocado que todo mi cuerpo estuviese bañado en sudor.

Mientras esperaba a Gèrard, me recoloqué el pelo. Tanto ensayo había hecho que tuviese pelos de loca. No sé en qué momento está todo pasó, pero de repente, cuando estaba terminando de recolocarlo, alguien puso sus manos en mi cintura y pegue un bote en el sitio.

- ¡La madre que te parió! Qué susto me has dado.

Escuché como reía aquel desgraciado.

- Ha sido muy divertido. Tendrías que haberte visto la cara.

Le lancé una mirada fulminante.

- Sí, claro, divertidísimo ---ironicé.

Gèrard entrelazó su mirada con la mía y empezó a hacer algo que no me esperaba: empezó a pasarme los dedos por la frente.

Perfecta Sincronía || Gèrard y AnneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora