Enji miraba aquel album de fotos que guardaba en un cajón en su oficina, donde nadie iba a poner sus manos. Ahí estaba viendo fotos de él y Eimi en su infancia.
Las cosas eran injustas y el había sido un completo cobarde. Su madre era una mujer dominante que controlaba todo y el era una mierda de hombre sometido al igual que su padre.
Por eso no tuvo el valor para decir que no se quería casar con Rei, se quería casar con Eimi porque ella era la mujer que había amado desde el segundo en que la vio, pero debía obtener el Kosei perfecto. Oh, eso sería simplemente maravilloso pero con Eimi habría logrado eso también.
El simplemente fue un idiota que permitió que aquellas mujeres jugaran con su mente. Y con su voluntad.
Su madre ya no estaba, pero debía de estar retorciéndose en su tumba al ver que el tenía ganas de escaparse con Eimi.
Pero querer ya no valía de nada, era tarde y ella era feliz con aquel que había sido su enemigo toda la vida. La única mujer que el ha sabido amar no le pertenecía y el estaba condenado a ser atormentado por eso toda su vida.
Su teléfono lo interrumpió de sus pensamientos, Rei lo estaba llamando y el como siempre no le contestó. Le molestaba que ella lo llamara en horas de trabajo y seguro era para algo estupido.
Recibió un mensaje de su mujer.
Invita a todos a cenar esta noche. Tengo un anuncio que hacer. Ya invité Eimi y Toshinori.
Enji ni siquiera contestó el mensaje. Su mujer estaba cada día más insoportable.
Eimi entró a la oficina como si fuese la dueña del lugar y lo encontró con el álbum en el escritorio, no dijo nada y solo fingió no haber visto nada a pesar de que Enji se sorprendió tanto que ni siquiera reaccionó.
— La loca de tu mujer me invitó a una cena hoy. ¿Que quiere? — preguntó Eimi de brazos cruzados y Enji volvió a ver aquel hermoso anillo que sentía atorado en su tráquea. Desde que ella y Toshinori habían vuelto ella lo trataba con un palo de distancia.
— También invitó a tu tipo.
— Esa no es la respuesta a mi pregunta.
Enji frunció el ceño. — No se, ahora sal de mi oficina que estoy ocupado.
— ¿Ahogándote en pasado? — y ahí estaba ese tono de burla al estilo de una verdadera Hayashi, era como si esas mujeres se alimentaran del sufrimiento de otras personas.
El día fue rápido a pesar de que Enji patrulló con Eimi y ambos estaban en silencio. Cuando llegó a su hogar los mellizos caminaban de un lado a otro y fueron a él, los abrazó y cargó en sus brazos.
— Hola mi amor. — saludó ella y fue a besarlo en los labios pero el se movió y terminó besándolo en la mejilla.
— ¿Que propósito tiene esta cena? — cuestionó molesto. Rei siempre tenía algún propósito estupido para sus cenas en grupo.
— Tengo un anuncio que hacer.
— ¿Cual? — preguntó bajando a Fuyumi que lo pedia con sonidos sin forma.
— Lo sabras esta noche.
Enji refunfuñó un poco y decidió ignorarla. Ya en pocas horas iba a darse cuenta de que estupidas rondaba la cabeza de su mujer.
Llegada la hora vio todo ese banquete donde incluso había comida americana para que Eimi y Toshinori comieran más a gusto.
— Todo muy delicioso, igual que siempre. — Dijo Shiori tan educada como siempre mientras comía un poco de carne de cerdo.
— Ciertamente. — corroboró Eimi tomando un trozo de pollo tal y como había hecho toda la noche, arroz, plátanos, pollo, una sola vez res y agua, no había tocado su cerveza y tampoco su vino.
— Saben que son nuestros más queridos amigos. — empezó a decir Rei y fue interrumpida por Airi.
— yo no soy tu amiga.
Saori solito una pequeña risilla. Fue algo que todos pensaron pero solo Airi fue capaz de decir.
— Bien... — murmuró la de ojos grises — quiero decirles algo muy importante a todos... ¡Estoy embarazada!
Todos se quedaron en silencio y esperando la reacción de Enji que por la cara que tenía era el que más se había sorprendido ante esa confesión. Un tercer hijo o quizás dos más si seguía el camino de ese primer parto. No quería más hijos y menos con Rei.
— Felicidades. — dijo Toshinori al ver que nadie más hablaba, el silencio se había tornado incómodo y el odiaba esas cosas. Gracias a que el rompió el hielo los demás también empezaron a felicitarla.
La cena continuó con más charla de la anterior que rodeaba a la anfitriona mientras que Enji no había dicho ni una sola palabra.
— Eimi, tu cerveza se calentó; ¿te sirvo otra? — preguntó Rei intentando que Eimi dejara de conversar con Toshinori y que de esa forma ella también le prestara atención. Que viera que tenía al hombre y tres hijos de él.
— No, estoy bien.
— ¿Bien? ¿Fuiste a Doble A y no nos dijiste? Note que no has probado tu cerveza. — replicó su hermana mayor.
— Tampoco ha probado el pescado. — agregó Enji.
— no puedo comer pescado.
— ¿Desde cuando? — Hablo esta vez Saori con burla.
— Desde que estoy embarazada.
Otra vez silencio y después los gritos de todos emocionados, Toshinori la había levantado. Hasta Rei fingía emoción mientras que Enji solo estaba estático ardiendo en su interior. Su esposa estaba embarazada otra vez y ahora Eimi lo estaba.
La eterna tía (como decía ella) ahora iba a ser madre y ni siquiera existía la mínima posibilidad de que fuera de el.
Solo deseaba que los dioses volviera a Cero su tiempo en el plano terrenal.
N/a
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Ardiente Veneno- Enji Todoroki / Endeavor
FanfictionAdvertencia: lemon Se amaron tan intensamente que se rompieron... Se separaron y caminaron en sentidos opuestos, olvidando que el mundo es redondo. Portada hecha por @miss-horrible