Enji descubrió la razón por la cual Eimi no contestaba su teléfono, había puesto una sábana en la oficina y simplemente se durmió, ahí dormida se veía tan tranquila, sin el dolor que el le causó. Verla dormida le recordaba a cuando la chica se escapaba a dormir entre clases.
Su cabello ya no daba a sus orejas, ya bajaba de sus hombros y aunque Enji prefería a Eimi con el pelo largo tenía que admitir que ella lucia perfecta de cualquier modo. Era una tortura tenerla tan cerca y no poder tocarla, le tomó una foto que quizás le mostraría algún día.
La movió un poco con su pie y ella se removió hasta quedar fuera de su alcance. Se colocó de rodillas y le movió el hombro.
— Toshi, déjame... no iré hoy a la agencia, estoy cansada. — murmuró tomando su mano.
— No soy "Toshi" - dijo con una enorme molestia, su cabello y su rostro se encendieron. Eimi se giró y abrió uno de sus ojos.
— Lárgate de mi cama, idiota. - volvió a cerrar su ojo y tapó su rostro, quería seguir dormida.
— Antes no decías eso.
Aquel susurro ronco en el oído de Eimi hizo que su piel se erizara y su respiración se volviera pesada. Le molestaba que Enji aún pudiera causar esas cosas en ella. De golpe se sentó y lo vio arrodillado a su lado. Los ojos turquesa vieron a esos rojos brillante.
— ¿Que haces aquí?
— Vine a corroborar que hacías tu papeleo.
— Es obvio que no, ya puedes irte. - bostezó y sus ojos se aguaron por eso. Quería volver a dormir y solo podía lograr eso cuando Enji le regresara la soledad de su oficina.
— Tienes que hacer el papeleo.
— No haré papeleo. Esta en mi escritorio, llévatelo y hazlo tú. - volvió a bostezar, limpio las lágrimas que ahora salieron de sus ojos. Sonrió al ver los ojos turquesa aún frente a ella. El sueño la tenía atontada y Enji la estaba tentando sin saberlo.
— Es tuyo, tú debes hacerlo.
— Enji, jamás en la vida me has hecho hacer algo después de decir que no.
Eimi intento volver a acostarse pero fue detenida por el héroe incandescente que tomó su mano. Inició una batalla de miradas que terminó en besos, caricias y gemidos por parte de ambos.
-.-.-.-.-.-
— ¿Estás bien? — preguntó la albina luego de escuchar a Eimi suspirar por octava vez en el poco tiempo que llevaban juntas. Vio a su amiga esconderse detrás de la nevera por unos minutos..
— Estoy del asco, me acosté con Enji otra vez y para colmo en mi oficina. ¡Soy un asco! No merezco a Toshinori. — la de cabello rosado y ojos rojos estaba en medio de un colapso, sus ojos se llenaron de lágrimas azules que luego corrieron por sus mejillas provocándole ardor.
— No digas eso, solo fue un error. Todos cometemos errores. — intento consolarla mientras acariciaba su cabello, Saori no consideraba que su amiga no merecía a aquel chico, al contrario solo ella merecía a alguien tan maravilloso como el héroe #1
Eimi sollozó un rato más, la culpa la carcomía por la traición que estaba dándole a más de uno, al cabo de unos segundos se tranquilizó y continuó haciendo la cena junto a su amiga.
Preparaban arepas venezolanas, un plato que ella y Toshinori comían cada día cuando ambos vivían en América, aunque estaban seguros de que el sabor no se comparaba a comer una en el país de donde provenían.
El rubio llegó temprano para de ese modo unirse a aquella cena.
— ¡Saori! Tengo un amigo, Dave; es magnífico para ti. — comenta el rubio con emoción mientras remojaba la arepa rellena de queso en salsa de tomate.
— Tus amigos son raros... Más raros que tú.
— ¡No soy raro! — dijo con la boca llena— Sonreír y ser optimista no es raro.
— Es bastante raro Toshinori. Pero eso te hace especial.
El rubio tragó lo que masticaba y le dio una dulce sonrisa a la albina provocándole un sonrojo, desde su debut el gran All Might era el héroe que se enfrentaba al mal con una sonrisa, pero esa sonrisa era muy diferente a aquella que le daba a sus amigos y era imposible no sonrojarse con aquella sonrisa.
Eimi sonreía ante aquello pues Saori podía ser tan fría como su particularidad, pero no con Toshinori que sacaba lo mejor de cada quien. Su celular vibró con un mensaje de Enji, le había enviado un video así que decidió abrirlo.
Los gemelos llamando a Eimi.
— Muero de ternura con esos pequeños, los adoro. — decía Saori mientras tenía la mano en el pecho viendo ese video.
— Touya-kun es idéntico a su padre, es increíble. — dijo el rubio con una sonrisa y Eimi lo miro.
A pesar de ser una malhumorada haciéndole honor al apellido Hayashi, Eimi amaba muchas cosas y por encima de todas esas cosas estaba ver la hermosa sonrisa de Toshinori. Las apreciaba tanto que sabía sus significados y aquella no era una de sus radiantes y sinceras sonrisas, haciendo que la de ojos rojos se sintiera más culpable.
Tomó su mano y eso hizo que el la mirara.
— Te amo.
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Ardiente Veneno- Enji Todoroki / Endeavor
FanficAdvertencia: lemon Se amaron tan intensamente que se rompieron... Se separaron y caminaron en sentidos opuestos, olvidando que el mundo es redondo. Portada hecha por @miss-horrible