Rei le daba a Touya de su botella, aquel Perfecto Niño idéntico a su padre que ella tanto amaba. El pequeño que crecía a su propio paso y que a los ojos de su madre era el bebé más maravilloso de todos.
El timbre sonó y la distrajo de su ensoñasion viendo a su bebé alimentarse. Lo colocó en su cuna mientras el sostenía la botella, su dulce Touya iba lento pero seguro. Camino a abrir la puerta y muy en el fondo deseo no haberlo hecho; Airi Hayashi estaba frente a ella.
— Airi. — murmuró haciendo un puño en su falda. Se ponía nerviosa frente a esa mujer de ojos negros.
— ¿Donde queda la oficina de Enji? El idiota gano una apuesta y soy su mensajera. — dijo al entrar sin importarle el hecho de que no fue invitada.
— Enji no hace apuestas.
— Enji hace tantas cosas que tú no sabes, querida.
Entonces Airi llegó a la conclusión de que la albina no le daría la información que ella quería y simplemente empezó a caminar por la enorme casa y a abrir puertas a diestra y siniestra buscando el estudio del hombre. Al cabo de unas cuatro puertas lo encontró. Tomó los papeles que debía entregar y se disponía a salir, Pero Rei estaba en la puerta.
— Te habría preguntado por el cuarto de Enji, pero no sabía que había tantos problemas en el paraíso.— se burló la de oscuros ojos y Reí frunció el ceño haciendo que Airi se sintiera satisfecha por haber liberado a la bestia.
— ¿Problemas? ¡Eimi es el único problema! Tu hermana se está revolcando con mi marido. — habló furiosa haciendo que la sonrisa de Airi fuese cada vez más grande, a esa Chica le encantaba molestar a todos y Rei era su principal blanco.
— ¿Y? Solo debes masticar y tragar. Tu tenias bien claro que ellos estaban juntos y te metiste en su cama. Te lo mereces. Se está cumpliendo la visión de Miyuki.
La albina apretó el chupete que había en su mano y terminó congelado, Airi alzó una ceja y una sonrisa burlona se instaló en su rostro.
— ¡No se está cumpliendo! Que se aleje de mi marido.
— Es la madrina de tus hijos. Fue tu idea que ella fuese madrina, para así restregarle en la cara todo aquello que le robaste.
— ¡Cierra la boca! — gritó y Airi dio un paso que Rei retrocedió. No le gustaba estar cerca de Airi ya que desde muy jóvenes la de ojos oscuros le había dejado en claro que no era santa se su devoción y que si la provocaba iba a matarla... Y Airi podía romper una promesa pero jamás una amenaza.
— ¿Que tienes tú? Un simple papel que dice que Enji es tu esposo y a dos niños que son lo más hermoso de la vida. Pero Enji vive pensando en mi hermana, ¿Hace cuánto ni te da un beso? — Rei se mordió el labio. — ¿Quieres saber en donde le pone la lengua a mi hermana?
La albina se llenó de furia, sus ojos estaban llenos de lágrimas por las palabras de la contraria, le dolía el hecho de que todo lo que decía era completamente cierto; tenía un papel que decía que estaba casada con Enji pero estaba muy consiente de que el no sentía absolutamente nada por ella, estaba molesta y sentía sudor en su frente a pesar de que sus pies estaban congelados dentro de sus zapatos. Su mano también estaban cubiertas por una fina capa de hielo y la levantó para golpear a Air pero la mano nunca bajó. De la pared salía una raíz de color verde que le había sostenido la mano.
— Tonto de tu parte creer que estás a mi nivel.
Airi empezó a caminar en dirección a la puerta cuando la voz de Rei la detuvo.
— Si ella no se aleja voy a contarle todo a Toshinori. — y Justo en el momento en que las palabras salieron de su boca se arrepintió. Estaba amenazando a Eimi mediante Airi.
Más raíces salían de las paredes de la casa, atrapando las demás extremidades de la albina y una muy gruesa rodeaba su cuello, lo apretaba un poco más con cada paso que Airi daba en su dirección.
— Hazlo. — Acarició su rostro. — Te reto a salir viva de eso... te reto a salir ilesa de esto.
-.-.-.-.-.-.-.-
— Eimi, ¿Terminaste con los papeles?
— No haré tu absurdo trabajo de oficina. Soy la heroína número 3, ¡No soy héroe de oficina! — El de cabello rojo giró los ojos ante todo el drama que ella hacía para responder una simple pregunta.
—¡Todos tienen que hacerlo!
— ¡No soy tonta Todoroki! Se que esos archivos son tuyos.
Enji frunció los labios de manera imperceptible, miró a su izquierda de manera disimulada. Eimi era una despistada pero había descubierto su jugarreta. Podía admitirlo o fingir ignorancia y era claro que iría por la segunda.
Se acercó a ella y le robó un beso que hizo que el ceño fruncido que había en la frente de la de ojos rojos desapareciera.
— Eres un idiota.
— Te amo. — susurró Enji, era tonto como luego de todo lo que había pasado el sintiera la necesidad de decirle que la amaba.
Se acercó a besarla pero Eimi lo detuvo colocando la mano en su rostro.
— Vete.
Y mejor salió de ahí.
N/a
Subí la ficha de los personajes, solo de Eimi y Saori. Las de Airi y Shiori existen pero no creo que sean relevantes en esta historia.La coloqué al principio y si no la han visto, háganlo
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Ardiente Veneno- Enji Todoroki / Endeavor
FanficAdvertencia: lemon Se amaron tan intensamente que se rompieron... Se separaron y caminaron en sentidos opuestos, olvidando que el mundo es redondo. Portada hecha por @miss-horrible