Las cartas.

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Queridos papá y Angie:
Antes que nada quiero pedirles que no se culpen, no había nada que pudiesen hacer además de todo lo que hicieron por mí.
Papá, no puedo pedirte más de todo lo que me diste; fuiste mi padre y madre por casi toda mi vida, me llenaste de amor y buenos recuerdos. Sí, teníamos nuestras peleas y no siempre nos entendíamos como hubiésemos querido, pero así se supone que debe ser. Sin importar cuántas discusiones o veces que golpeé la puerta de mi cuarto después de enojarme contigo, siempre te quise.
Y Angie, aunque me hubiese gustado tenerte antes en mi vida, agradezco el tiempo que pude tenerte. Después muchos años soñando y deseando tener a mi mamá para hablar con ella, pedirle consejos o hacer las típicas cosas de madre e hija, apareciste tú para darme eso y mucho más. Nunca podría terminar de agradecerte por todo lo que hiciste por mí.
Podría seguir escribiendo mil hojas y nunca terminar de enumerar todo lo que hicieron por mí, lo que les agradezco y amo.
Si no pudieron estar, no se sientan mal o culpables, compartimos todo lo que teníamos que compartir.
Los amo eternamente.

***

Chicas, chicos:
Perdón, perdón por hacerlos sufrir de un modo u otro. Siento tanto haberlos tratado mal en mi intento por protegerlos, tan solo intentaba evitarles un poco de sufrimiento. Sí, no tienen que decirlo, ahora entiendo que no tiene mucho sentido pero en ese momento parecía un buen plan.
No se imaginan las veces que escribí y reescribí esta carta, cada vez que cambiaba nuestra relación, era una nueva carta. En este momento finalmente volvimos a ser amigos, les conté la verdad sobre mi enfermedad y como siempre, fueron las maravillosas personas que conocí hace un par de años y me brindaron su apoyo. Recuperar su amistad fue una de las mejores cosas que me pudo pasar en el último tiempo, gracias.
Nunca me voy a olvidar del momento en que me hice amiga de cada uno de ustedes, desde el momento cero se convirtieron en una parte muy importante de mi vida. Gracias por hacerme reír, compartir tantas canciones y bailes conmigo, por estar siempre a mi lado y alentarme a cumplir con mis sueños. Voy a llevar cada momento y canción que compartimos siempre en mi corazón.
Y no olviden que hay algo que nos une a todos, nuestro amor por la música es un lazo que jamas va a desaparecer, así que cada vez que canten, bailen o se suban a un escenario, yo estaré junto a ustedes aunque no puedan verme.
Son los mejores amigos que pude haber tenido, los quiero con todo mi corazón.

***

Diego, Federico:
Nos conocimos hace muy poco tiempo, no pudimos compartir todos los momentos que hubiese deseado, pero los que sí llegamos a tener los voy a llevar siempre conmigo. No me conocían, lo poco que sabían de mí no era muy agradable y aun así me defendieron y consolaron. Ustedes me ayudaron a volver a caminar, a reconciliarme con mis amigos y eso no tiene precio alguno.
Contigo Die tuve la posibilidad de compartir más, pasamos algunos días viviendo bajo el mismo techo, compartimos tardes de películas, noches de charlas interminables y muchas, muchas risas. Aunque hubiese tenido todo el tiempo del mundo, no hubiera sido suficiente para terminar de agradecer todo lo que hiciste por mí, cosas de las que ni siquiera creo que seas consciente.
Mi Fefe, lamento no haber podido compartido más con vos, no haber tenido la posibilidad de conocerte aún más, ni poder cumplir mi promesa de que cantemos juntos pero me llevo conmigo todos los momentos y risas que sí pusimos compartir. Te daré un último consejo: Ludmila puede hacerte enloquecer más de una vez, solo debes tenerle paciencia, ella te ama pero en ocasiones las inseguridades nos juegan una mala pasada.
Mis recientes pero muy queridos amigos, el tiempo no determina la importancia que tienen en mi vida. Los quiero demasiado.

***

Mi raperito:
Qué puedo decirte a vos que no sepas. A veces creo que me conoces mejor que yo misma.
Fuiste un buen amigo desde el primer momento, me ayudaste a no sentir que estaba sola cuando entré al Studio, compusiste la base para mi canción de ingreso. Desde ese momento no dejaste de darme tu apoyo y amistad incondicional. Siempre fuiste con quien me sentía más a gusto para hablar, me escuchabas sin juzgarme y cuando quería estar sentada en silencio, tú te sentabas junto a mí para hacerme compañía, demostrándome que estabas ahí si te necesitaba. Creo que esa fue la razón por la cual pude confesarme contigo, porque sabía que podía contar con vos y respetarías mis decisiones aunque no te gustaran, y por supuesto que me hacías saber cuando así era.
No sé que hice para merecer tener un amigo como tú, pero agradezco haberlo hecho. No exagero cuando digo que eres el ser más maravilloso que puede existir.
Te voy a estar agradecida eternamente por todo lo que hiciste por mí.
Eres el hermano que nunca tuve, te amo mi raperito.

***

León:
Es tarde para decirte todo lo que siempre quise, pero necesito que lo sepas.
Me declaraste tu amor dos veces y en ninguna de ellas pude decir o hacer lo que me hubiese gustado, lo siento mucho. Si las cosas hubieran sido distintas, si yo nunca me hubiese enfermado, ten por seguro que nunca te hubiese rechazado.
Poco a poco me fui enamorando de ti, con cada canción o cada baile que compartíamos mi corazón se aceleraba, ansiaba volver todos los días al Studio para poder verte pero tenía tanto miedo de que no sintieras lo mismo, que me estuviera ilusionando sola, así que decidí no decir nada y seguir como tu amiga. El día en que me dijiste que sentías lo mismo subí al cielo y caí en picada. Quería decirte que yo también te amaba, que quería estar contigo pero no podía, merecías algo más de lo que yo podía darte y te lo dije. Te amaba tanto como para decirte que no.
Sé que en ese momento no lo entendiste, quizás aún sigas sin hacerlo. Te conozco, me dirías que me hubieses acompañado en mi enfermedad, que me hubieras apoyado, pero yo no podía pedirte o permitir que lo hicieras. No quería que nuestras conversaciones se centraran en cómo me sentía ese día, en qué había dicho el médico, o que cada momento se empañara por el pensamiento de que podría ser el último. Estar juntos, amarnos y crear recuerdos tan maravillosos solo hubiera hecho todo más doloroso, yo me iría y tú sufrirías aún más por mí.
Quizás en mi intento por protegerte terminé siendo egoísta, te quité la posibilidad de elegir, pero juro que todo lo hice creyendo que era lo mejor para vos.
Cuando me fui juré que intentaría olvidarte, que haría todo lo posible por sacarte de mi mente y evitar buscarte. Conocí a alguien, intenté sentir lo mismo que sentía por ti, en verdad lo quise pero nada se comparaba con mis sentimientos por ti. No terminó bien.
Más de una vez estuve a punto de llamarte, mandarte un mensaje pero no me parecía justo, te había rechazado y merecías ser feliz.
No te imaginas lo que sentí al volverte a ver, fue como si el tiempo nunca hubiese pasado, mi corazón se aceleró como solía hacerlo, mis manos sudaban y sentía como un cosquilleo recorría todo mi cuerpo.
Espero algún día me perdones por no decirte la verdad, por quitarte la posibilidad de elegir, por no poder disfrutar de nuestro amor. Porque sí, sin importar todo lo que hice, la distancia o el tiempo que pasó, yo te amo y siempre lo voy a hacer.
Quiero que seas feliz, no te cierres al amor por mi culpa. Confío en que llegará alguien que pueda darte todo el amor que te mereces y tú a ella.
Te amo.

Violetta, una historia no tan feliz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora