capítulo veintidós

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— ¡O miren! Allí vienen Eddie y Richie. Ya era hora —dice Stan mientras señalaba a la pareja, que venía tomada de las manos.

— ¡La pasaremos genial esta noche! —exclama ____, aferrándose al brazo de su novio con mucha emoción.

— ¿A qué sabe la cerveza? —le pregunta Stan.

— No sé cómo describirlo, al principio la sentirán horrible pero luego le van agarrando el gusto —responde ella.

— Traje suficiente para muchas latas —dice Mike.

— I-Igual yo, aunque dudo que pueda tomar muchas —Bill sonríe nervioso.

— ¡Llegamos perras! —exclama Rich.

— De verdad ¡esto no es una buena idea! ¿Saben que podemos caernos de la cantera? —pregunta el pequeño castaño bastante nervioso y casi sudando— Oh Dios, no se cómo pudieron pensar en este pésimo plan.

— No seas pesimista —bufa el de gafas, pasando un brazo por sus hombros.

— ¿Y quién comprará la cerveza? —pregunta Ben.

— Eso dejenmelo a mi —responde el pelinegro.

— Ay no —Beverly choca la palma de su mano en su propio rostro.

(...)



     Los chicos estaban bastante emocionados pero nerviosos a la vez. Habían cumplido dieciséis años y necesitaban sentir un poco de 'adrenalina', querían tener su primer borrachera todos juntos.

     ______, Stanley y Eddie habían entrado a la tienda junto a Richie, mientras él compraba las cervezas, ellos solo lo acompañarían.

— ¿Y si vomito todo? —pregunta Stan mientras sacaba unos cuantos emparedados del refrigerador de la tienda.

— Eso será mañana —lo 'tranquiliza' su novia— Vomitaras tanto que hasta puede que te salga un poco de sangre pero solo un poco, no duele tanto.

— ¿¡Q-Que?! —exclaman Eddie y Stanley.

— No sean tontos, estaba bromeando.

— No me ayudas mucho boba —se queja Stan tragando en seco.

— Sabes que te amo —dice ____ mientras se inclinaba para dejar un suave beso en sus labios.

— Yo te amo más —el de rizos se sonroja a más no poder mientras una linda sonrisa se dibujaba en su rostro.

     Los tres amigos vuelven su mirada al mostrador, dónde Richie estaba con todas las latas apunto de comprarlas, cuando el vendedor comienza a hablar con el.

— Necesito tu identificación —le dice el hombre.

— O-Oh, mi... identificación. ¿En serio no cree que soy mayor de edad? —Richie suelta una carcajada.

— Necesito verla.

— ¿Por qué piensa que no soy adulto? Ese de allá es mi hijo —el pelinegro señala a Eddie.

— No puedes comprar niño —el vendedor se da la vuelta, atendiendo al otro cliente que se había acercado a la caja.

— Voy a llevar todas esas —anuncia el otro chico, quien resultó ser Belch, y señala todas las latas— Y esto —deja un paquete de cigarrillos sobre el mostrar mientras sacaba su identificación.

    Los cuatro jóvenes se marchan con la cara larga, el plan había salido mal. Se acercan a sus amigos, quienes esperaban en una esquina.

— Pues no nos dejaron —anuncia ____.

— ¿Y ahora? —pregunta Bill.

— Supongo que tendremos que divertirnos sin alcohol —dice Bev.

— Oh no —dice Stan rodando los ojos y se daba la vuelta— Ahí viene Belch, vámonos.

    Todos los perdedores se levantan del suelo al ver a Belch y Víctor caminar en la misma dirección donde estaban ellos.

— Rizitos, iré a saludarlos, ¿me acompañas? —le pregunta ____.

— Uhm... está bien, pero ¿puede ser rápido? No quiero que me hagan calzon chino como la última vez —el chico sonríe.

— No lo volverán a hacer —ella suelta una risita.

    Ambos se toman de la mano y se acercan a los otros dos chicos. Victor levanta su mano en forma de saludo y Belch sonríe. Después de todo, desde que Henry ya no estaba en sus vidas, habían cambiado un poco.

— Hey pequeña —saluda Victor muy simpático.

— ¿Que tal? —Belch los saluda— Creo que esto es de ustedes —les muestra todas las latas que anteriormente habían dejado en la tienda.

— ¡Oh! ¿Las trajiste para nosotros? Gracias Belch —exclama ____ muy sonriente.

— Tengan —Stan les entrega todo el dinero que hubiesen usado para comprarlas todas— gracias chicos.

— No es nada, a su edad nos hubiera gustado comprar libremente de estas, siempre es bueno divertirse un poco, ¿no? —Victor les guiña un ojo.

   Intercambian un par de palabras más y los mayores finalmente se marchan a una fiesta.

— No son tan malos como parecen —dice Stan mientras tomaba algunas latas y comenzaba a caminar junto a su novia.

— No lo son. Creo que Henry era quien los influenciaba, ahora han cambiado para bien —comenta ____ encogiéndose de hombros— El otro día querían patearte el trasero, pero solo era por mi —ambos comienzan a reír.

— ¡Hey! ¿Ibas a mandar a qué me apaleen?.

— ¡No! Jamás —rueda los ojos.

— Voy a hacer como que te creo —el de rizos besa la frente de su chica y siguen el camino.

— ¡Chicos! Belch y Víctor nos hicieron el favor de comprarlas por nosotros —dice _____, a lo cual sus amigos festejan.

— Ahora si, ¡a la cantera!.









Ya ni se que escribir jaja perdón

Alguno de ustedes vió la saga de The Karate Kid y Cobra Kai? Xfa digan que si

sweet, Uris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora