capítulo cuatro

4.4K 342 193
                                    

Publicada el 23 de Agosto, 2019

~What is that?~




     Para volver a casa, ella tomó otro camino, era más largo, pero cerca vendían granizados muy ricos, y se le apetecia uno. Ya con el dulce en mano, se pone en marcha, caminando por las solitarias calles.  Tarareaba una canción para distraerse, pero tal era la distracción que pisa mal y tropieza, sin caer al suelo, pero su granizado cae.

— ¡Mierda! —exclama enojada.

      Se agacha para recoger el pequeño vaso de plástico, pero un ruido ensordecedor la sobresalta, estaba a unos centímetros de ella. La espada de una motosierra se inca en el vaso, obligando a ____ a apartarse de un salto y un fuerte grito horrorizado.

     Levanta la cabeza con miedo, encontrándose a un tipo extraño, muy grande, vestido de negro y con una máscara terrorífica. Era su peor pesadilla. Era Leatherface.

¡Ah! —grita, esquivando otro movimiento brusco de la motosierra— ¡Ayúdenme! ¡Ayudenme! ¡Ayúdenme, por favor!.

     Se levanta del suelo a tropezones, y sin pensarlo mucho, se adentra a la casa abandonada, más conocida como La casa del crack.  Grita tan alto como puede, y corre hacia el jardín trasero de  la casa. Aquel psicópata la perseguía, y soltaba uno que otro chillido aterrador.  ____ aún no podía creerlo, era increíble cómo cosas que parecían imposibles de volvían  realidad. Sentía que iba a morir, su miedo incrementaba más y más, no quería experimentar tal dolor, corría para no ser atrapada, en el intento, se araña el rostro con algunas ramas, al igual que sus piernas.

     Pero ve una verja rota entre tantas malezas de la vivienda abandonada. Cruza ésta rápidamente, pero voltea al dejar de sentir el ruido de la motosierra.

— ¡No te vayas sin tu globo, _____! ¡Flota! —un payaso aterrador estaba junto a la casa, esbozaba una sonrisa diabolica, y tenía un globo rojo en una de sus manos.

       ¿Acaso no era un intento de asesinato?. Nada de eso fue real, pero como era posible, lo vivió en carne propia... Todo era demasiado raro.

(...)

¿Crees que deba ir a buscarla para ir juntos? —pregunta Stanley indeciso.

Se-Será un lindo gesto. No esperes que ____ t-te lo pida. Solo ha-hazlo.

Mhm... Si, quizá. Pero estoy nervioso.

— ¿I-Iras?.

— Eso creo.

— No lo dudes, ve y-y deja tu-tus nervios, tienes muchas oportunidades con _____.

sweet, Uris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora