cuarenta y uno

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     Luego de aquella tarde en la cantera, los chicos se habían decidido por pasar por unos refrescos en una tienda cercana. 

    Mientras que algunos entraron a comprar, Stanley, Lucas y _____ se quedaron afuera.  Lucas no dejaba de hablar en ningún momento.

— ¿Y como vas con tu galán? —pregunta _____.

   Stanley abre bien los ojos. Hasta ahora, era la primer palabra a la que ponía atención. Solo estaba muy nervioso por tenerla tan cerca.

— ¡De maravilla! Mañana hablaremos por la tarde por teléfono. Extraño tanto la voz de mi Samuel —Lucas suspira risueño.

— Que bonitos, en las fotos que me mostraste en la cantera se veian tan lindos juntos —dice ____, sonriendole.

— Bueno, cuando entré al equipo de fútbol los chicos nos molestaban con eso. Nos insultaban porque parecíamos pareja —rueda los ojos— ¿Y adivina qué? Ahora lo somos. Y estamos muy felices.

— No entiendo cómo la gente quiere pasar por encima de los demás solo porque algo no les parece —empieza a  hablar la chica, con la mirada perdida en los autos del estacionamiento— Pero está bien en que sigamos nuestro camino, no necesitamos agradarle en todo a los demás. La vida es una. ¿Por qué desperdiciarla escondiendonos por unos intolerantes de mierda?.

— ¿Sabes? Siempre que conozco a alguien nuevo tengo miedo de que no piensen como tú —el rie— Tu y yo seremos buenos amigos.

— Espero que así sea —ella también ríe.

— ¿Tu eres de Derry, Stan? —pregunta el chico.

— Eh... si, crecí aquí. Pero creo que estudiaré en otra ciudad, así que no estaré por mucho tiempo —responde Stan, amable, pero con la voz apagada. Aunque eso sí, saber que Lucas tenía novio, le tranquilizó.

— Igual que _____. Debe ser feo ¿no? Dejar un lugar tan especial luego de tantos años —Lucas suspira.

— Lo es... Espero tener tiempo para arreglar ciertas cosas aquí antes de irme.

   Al escuchar eso, ____ mira al de rizos con sorpresa, y solo se encuentra con aquellos ojos que la volvían loca. Esos ojos la miraban, dando por cierta la sospecha de que se refería a ella. En cierto punto, le alegró un poco.

   Lucas inmediatamente se da cuenta de la situación. Su reciente amiga le contó acerca de eso, el "problemita", las palabras de Stanley y la ruptura después de eso.

— Yo... iré a ver porque se tarda tanto la rubia oxigenada —dice Lucas. Guiñandole un ojo a la chica, ella le sonríe con sarcasmo, pues en realidad tenía ganas de estrangularlo en ese mismo instante.

     Stanley no dice nada, al igual que ella. El silencio que había era muy incómodo.

— Oye-

— Iré a buscar un refresco ¿sabes? Me dió hambre —anuncia ____, riendo incómoda. Cuando estaba apunto de irse, la mano de Stan se apoya en su hombro, deteniendola.

— Hablemos. Por favor.

— Claro...

    Cuando se miran, cuando unen sus miradas, sus mejillas se ponen rojas y los ojos se le llena de lágrimas. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? ¿Por qué no pudieron pasar un simple obstáculo? ¿Por qué Stanley había abierto la boca en un momento de nerviosismo?.

— Y-Yo... —el chico empieza a balbucear— Quería aclarar las cosas. Jamás quise dañar tus sentimientos y nunca dudé de tí. Se que nos queremos y aquello fue un error. Actué con cobardía. Lo admito y lo siento. No quiero seguir alejado de ti...

— De verdad te extraño.

— Y yo a ti.

    La voz de Stan empezaba a quebrarse.

— Dame un tiempo ¿si? Aún no asimilo que el Stanley tan dulce que conocí me haya insinuado que me metí con otro —dice _____— Por favor, entiéndeme.

— Esperaré lo que sea necesario. Entiendo completamente —el sonríe un poco.

    Los chicos salen finalmente, riendo, gritando y haciendo bulla. Interrumpen aquella charla entre sus dos amigos, pero no importaba, después de todo hablaron lo necesario para aclarar las cosas. Solo necesitaban tiempo.


(...)




    Jim, luego de ordenar un poco su lugar de trabajo, se dirigía a su cuarto para descansar después de un largo día lleno de trabajo. Cuando caminaba por el pasillo, ve el cuarto de ____ con la puerta abierta, por lo tanto la ve a ella, sentada en la cama con la mirada fija en el suelo.

— Hay que hablar. No te veo bien estos últimos días —dice Jim, entrando en el cuarto y sentandose junto a ella— Ya no te veo sonreír y te la pasas distraída.

— No tengo nada. Ya te lo dije ayer.

— Soy tu papá. Te ví crecer, y por lo tanto, te conozco. Créeme, te conozco más que nadie en el mundo —suelta una risita nostálgica— Se que te pasa algo.

— Bueno... no sé cómo es que te diste cuenta tan rápido. Es sobre Stanley. Lo extraño. Ayer nos encontramos y hablamos acerca de la ruptura. No estoy lista para perdonarlo así de fácil.

— Mhm... Para entender mejor las cosas ¿que es lo que tienes que perdonar? —pregunta su padre.

— Algo que me dijo. Estábamos discutiendo por algo y me dijo algo que no me gustó.

— ¿Y que es lo que te dijo?.

— No voy a decirte las cosas con lujo de detalle, pero me acusó de haber estado con otro chico. Bueno, no me acusó, no lo dijo tan así, pero lo insinuó —ella se cruza de brazos al recordar las palabras exactas.

—  A veces las personas decimos cosas sin pensarlo. Estan peleando y empiezan a decirse cosas hirientes, a veces es difícil controlar los nervios y la ira. Pero si no estás lista para perdonarlo, tómate tu tiempo. El puede estar arrepentido, pero también depende de lo que tú quieres o decidas. Sea lo que sea, date tu tiempo sola, y solo ahí sabrás que es lo que tú corazón quiera.

— No se que haría sin ti papá.

(...)



   Heather le da un fuerte empujón a _____, y entre risas empiezan a empujarse y golpearse contra los casilleros. Después de semanas, la confianza entre ambas había incrementado bastante. Se podía decir que eran mejores amigas.

— Y dime estúpida ¿quienes se van a graduar en una semana? —le pregunta _____ con aire de grandeza.

— ¡Nosotras! —grita Heather, saltando de la emoción.

    Ese mismo día les entregaron la mayoría de las notas. Y tenían todas sus materias aprobadas. No tenían nada de que preocuparse.

— ¡Si! ¡Nosotras! —grita ____ mientras saltaba a los brazos de la rubia con emoción.

— ¿Te parece ir a celebrar con unas hamburguesas saliendo de clases? —a Heather se le ponen rojas las mejillas.

— Me parece perfecto.


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sweet, Uris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora