sweet, Uris

capitulo cincuenta y cuatro

//(Flashback) El médico se retira finalmente, dándoles un momento a solas a la joven pareja. Sabía lo mal que se sentían, y en ese instante, solo se necesitaban uno al otro.

— Lo siento. Lo siento tanto rizitos. Todo es mi culpa, se que es mi culpa. Todo es mi culpa —solloza _____ mientras cubría su rostro con ambas manos.

— ¿De que hablas?.

    Ella abre los ojos cuando siente como Stanley apartaba con cuidado sus manos de su rostro. Lo ve arrodillado, con los ojos ligeramente rojos y brillosos... Sufría tanto como ella.

— Nada de esto es tu culpa, no es culpa de nadie —Stan intenta sonreír, pero no logra hacerlo— Al menos fueron los mejores meses de nuestras vidas ¿no?.

— Lo fueron —susurra ____.

— Pero hey... cariño, aún así... seguiremos adelante ¿verdad?.

— S-Si...

   Stan se acerca a su rostro, y deposita un cálido beso en sus labios. De aquella manera, daba a entender que estaría para todo con ella.

— No sé si... sea fácil —solloza el.

— ¿Recuerdas cuando estuve batallando contra el cáncer? Fueron los cuatro años más largos de mi vida pero lo vencí, recuerda que yo no veía esperanzas. Si salimos juntos de esa, de esta también, porque aún así, fuimos los más felices del mundo ¿recuerdas? Estoy segura que ya tendremos otra oportunidad.

— Lo recuerdo cariño —el se aferra a sus brazos, abrazándola como si no hubiera un mañana.

— Estoy segura de que hubiésemos sido buenos...

— Lo seremos. Algún día cariño —el ríe débilmente y seca sus lágrimas, levantándose del suelo— Hablaré con el médico... el nos dirá que hacer ahora.

— ¿Nos dejarán verlo verdad?.

— Claro...

     El chico sale del cuarto. Una vez que está en el pasillo, solo, se pega al muro y se desliza sobre este, cubriendo su boca para evitar que alguien más escuchara su llanto lleno de dolor (fin del flashback)//.

— ¿Quieres dejar de verlas?.

— ¿Eh? —Stanley voltea, viendo cómo ella lo miraba impaciente desde la puerta del baño. El estuvo alrededor de diez minutos mirando aquellas horribles cicatrices alrededor de su rostro— Es que...

— No se ven mal. Apenas y se notan así que ya apresúrate y vamos.

    Una vez que se va, Stan larga un suspiro. Sabía que viajar juntos iba a ser un total desastre. A lo mejor, no estaban destinados a estar juntos, pero debía hacer a un lado los problemas del pasado y fijarse en el presente. Los perdedores debían estar juntos.

— ¿Te ayudo? —le pregunta el, levantando la maleta de ____.

— Gracias.

    Suben todo su equipaje al baúl del auto. Se aseguran de que todo estuviera en orden y finalmente emprenden el viaje a Derry.

     Seis largas horas de viaje. Llegaron exactamente a las 18:30 de la tarde. Todo el camino, hacia el único hotel aceptable, observaron con lujo de detalles al nuevo Derry. Sin duda había cambiado bastante con el pasar de los años. Se veía mucha más gente, más tiendas, y muchas cosas habían cambiado de lugar o ya no existían.

    Se detienen en aquel hotel, el más recomendable de todo Derry. Barato, pero sin duda era mucho mejor que otros, tampoco es como si tuviesen muchas opciones.

— Buenas tardes señores —los saluda la vieja recepcionista al verlos.

— Buenas tardes. ¿Tiene habitaciones disponibles? —Stan se dirige a ella.

— Por supuesto. La habitación número seis está disponible con cama para dos —ella les sonríe.

— Habitaciones separadas, solo de una persona —corrige ____, realmente sonrojada y evitando a toda costa la mirada de su compañero.

— Oh seguro, disculpe. Las habitaciones siete y cinco.

— Muchas gracias.

    Al recibir las llaves, Stan y ____ toman sus respectivas maletas y empiezan a subir las escaleras.

— ¿Por qué no una sola habitación? —pregunta Stan, haciendo que ella volteara a mirarlo severamente.

— ¿Estás tonto?.

— Solo bromeaba —ella rueda los ojos y Stan ríe. Sin duda, la actitud de su amada había cambiado mucho con el tiempo, pero para el, seguía siendo la misma— ¿A qué hora debemos estar allá?.

— A las once.

(...)

     Finalmente, la hora llegó. Ni bien entraron al restaurante los nervios se apoderaron de ellos. Se sentía raro volver a ver a personas a quienes no veían desde hace tantos años, pero tenían bien en claro que no se reunían para divertirse. Venían a Derry por razones totalmente distintas a pasarla bien. Sabían que les esperaría muchas cosas horribles.

— ¿Perdedores? —pregunta ____ sorprendida. Todos habían cambiado bastante y aún así los reconocía a la perfección.

— ¡Stan, ____! —exclama Richie mientras abría sus brazos hacia ellos y los estrechaba— Que guapa. Y tú Stan... tanto tiempo.

— Si si, lo mismo digo —Stanley rueda los ojos y sonríe a su amigo.

— Han cambiado tanto —dice la pelirroja entre risas.

    Mientras los perdedores se saludaban, Beverly y ____ se apartaron un momento de todos.

— No tengo palabras para agradecerte Bev... No sabes cuánto me ayudó tu llamada, sino... hubiese ocurrido una tragedia —dice ____ mientras la abrazaba con fuerza.

— ¿Lo que dije fue... cierto? —le pregunta la pelirroja en un susurro.

— Si, Stanley iba a suicidarse. Llegué a tiempo.

— Yo... ví muchas cosas—Bev mira al castaño parado del otro lado de la habitación, a Eddie.

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