Capítulo 1: Entraste a mi vida

6.2K 417 39
                                    

Cuándo conocí a Meng Yao fue todo lo que soñé alguna vez, era aquel que alumbraba mis días tanto que al poco tiempo de conocerlo le pedí que fuera mi novio. 

***

Recordar ese día aún puede sacarme una sonrisa.

Estábamos en el gran parque cerca de mi departamento.  Él estaba hermosamente vestido y en su rostro lucia esa sonrisa capaz de paralizar todo. 

Poco a poco me acerqué a él hasta tenerlo casi pegado a mi piel.  Él estaba sonrojado y su sonrisa se volvió tímida luego de unos minutos.

-Xichen deja de mirarme así dijo tiernamente.

-¿Así como Meng Yao? preguntó aunque sospechaba.

-Cómo si fuera todo para ti le dijo bajando su mirada.

-¿Y qué pensarías si te dijera que si? preguntó tomando su mentón viéndole a los ojos.

-Eh? él sólo me miró.

Me encantaba su mirada confundida hasta que cayó en cuenta y su boca formó una O dándole un aire aún mas tierno.

Tomé su mano y lo acerque aún más pudiendo sentir su aliento fresco en mi cara.

-Me gustas mucho, me gustas para ser mi novio ¿te gustaría? preguntó nervioso.

Él me miró fijamente unos segundos antes de saltar sobre mí dándome un beso en los labios.

-¿Eso significa si? preguntó Xichen confundido.

-Mucho más que eso dijo dándole un beso en los labios.

Ese día me sentía el hombre más feliz del mundo luego de dejar a mi novio que bien se sentía decirlo en su casa, tomé mi celular para llamar a mi mejor amigo.

-Hola A-Cheng ¿puedo ir a visitarte? preguntó.

-Claro tonto eso no se pregunta dijo riendo.

Colgué con una sonrisa, me gustaba mucho Jiang cheng fue él quien se me acercó por primera vez al llegar nuevo a la universidad.  Que gran día cuando llegué a estudiar lo que más me apasionaba dispuesto a salir adelante dejando atrás mi familia, amigos y recuerdos.

Camino más lento mientras me dirijo hacia su apartamento, realmente no vivimos tan lejos uno del otro. 

***

Recuerdo que estaba perdido buscando mi salón cuando él se acercó para ayudarme tomando mi papel de matrícula sonrió.

-Oh vaya vamos a las mismas clases dijo sorprendido.

-¿De verdad? estaba emocionado.

Tomé mi papel junto al suyo para darme cuenta que era realidad así que sonreí.

-Bien podemos irnos juntos por cierto soy Jiang Cheng dijo estrechando su mano.

-Lan Xichen, un placer dije devolviendo el apretón.

Sin darme cuenta ya he llegado a su apartamento, tocando su timbre.

-Pasa no te quedes ahí me dijo tan pronto abrió.

Fui a sentarme al cómodo sofá de la sala.

-¿Qué hacías? le preguntó al ver un montón de hojas encima de la mesita.

-Sólo componía un poco ¿y tú? ¿Porqué rayos luces tan feliz? preguntó curioso.

Xichen sonrió aún mas pensando en su razón para ser malditamente feliz. 

Tomó el café frío que le sirvió su amigo antes de sentarse frente a él esperando una respuesta.

-Adivina lo que ha pasado dijo haciéndose el misterioso.

-No puedo adivinarlo si no me das pistas le reclamó a su amigo.

-Estoy muy enamorado le confesó.

-Enamorado? dijo más para sí.

Eso dolió un poco en Jian Cheng que desde prácticamente cinco años estaba enamorado de Xichen. Forzó una sonrisa.

-¿Me dirás quién es? su corazón latió dolorido.

-Lo conoces dijo él con una sonrisa.

-¿Lo conozco? hizo un recorrido por sus amigos cercanos.

-Sí, es tan dulce parecido a un ángel suspiró.

Jiang Cheng nunca lo había escuchado hablar así antes de ninguna de sus conquistas, ser su mejor amigo también incluía conocer cada chico o chica que pasaba por su cama.  Aunque le partiera el corazón en pedazos cada vez más pequeños, temía un día quedarse sin ninguno al volverse polvo por no romperse más.

-¿Ángel? te ha pegado duro el amor, ¿ya me dirás quién es? volvió a preguntar.

-Te diré pero primero quiero decirte que le pedí que fuera mi novio y aceptó decía feliz.

Éste volvió a sentir ese pequeño dolor, otra herida más que tarde cuando él se fuera se dedicaría a intentar sanar.

-Ya tan sólo dime dijo con una débil sonrisa.

-Es Meng Yao dijo suavemente.

No puedes recuperar lo perdido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora