Sujeto Experimental.

Dos

El profesor dió por terminada la clase, y Harry finalmente guardó sus cosas lo más rápido que pudo. Era hora de poner manos en marcha.

Comenzó a caminar en dirección a su casa, estaba realmente apresurado. Con cada paso que daba parecía que se iba aislando de todo con tal de aumentar la velocidad. Estaba tan distraído que, llegando a una calle, no se percató de que venía un camión. Gracias al cielo pudo frenar antes de que ocurra una catástrofe, en ese mismo momento se percató de lo descuidado que estaba siendo. Podria haber perdido la vida por estar tan distraído y apurado, como si fuera un adolescente en un sábado yendo a buscar al amor de su vida...

Cuando llegó a su casa, se dirigió corriendo a la computadora. Cualquier información le sería útil, mientras esperaba que llegara su madre tenía que informarse por otras fuentes.

Deslizó el cursor hacia el logo de Internet y trató de buscar noticias sobre aquella noche. Buscó diferentes portales, distintas versiones, pero ninguno le aportaba más información de lo que ya le había contado Anne previamente. Sacó su libreta y comenzó a anotar los pocos datos que logró adquirir, el apellido de las familias afectadas aquella noche, los Tomlinson, Malik, Horan y Payne, junto a sus direcciones. Pronto supo que la familia Horan vivía cerca de su casa, a unas pocas manzanas de diferencia. Tenía recuerdos vagos sobre aquella mujer divorciada que le hablaba con alegría y, ahora que lo piensa con una nueva perspectiva, cierta pizca de melancolía. Debería de haber confianza entre ellos, por lo menos la suficiente como para poder preguntar sin lograr que se sienta atacada. Terminó por decidir empezar su investigación allí.

Así que allí se encontraba, frente a la casa de los Horan para pedir información de su hijo desaparecido hace quince años, del cual no se tenía ni una mínima pista de su paradero. Debía admitirlo, estaba aterrado. No sabía cómo comenzar la conversación sin herir sus sentimientos o hacer que se pongan nostálgicos. Asi que sólo tocó el timbre y dejó que pase lo que tenga que pasar.

Le abrió la puerta Maura, la ex mujer de Horan. Ella le dio paso sin problemas, lo conocía desde que era pequeño y sabía su identidad.

La casa era lo bastante grande como para que entrara una familia de siete sin problemas, sin embargo, aquella mujer vivía solamente con su hijo. Se abrió paso dentro de la sala con el debido permiso, hasta que llegó al comedor y se dirigió hacia una de las sillas, para así sentarse a esperar que la mujer lo acompañara. Maura entendió el gesto, por lo que se sentó frente a él esperando que empezara a hablar y a contar el motivo de su visita.

Harry se tomó un tiempo para comenzar, no sabía por donde iniciar con la conversación sin incomodarla por preguntas que fácilmente podían sentirse invasivas. Sin embargo, debía aprender a hacer esas cosas si quería ser un buen periodista en el futuro, lograr vivir de eso y ser reconocido. Aún un poco dubitativo, inició a hablar.

–Señora Horan, el motivo de mi visita muy probablemente la incomode pero, antes de empezar, quiero resaltar que no quiero ilusionarla con est...

La mujer lo interrumpió sin tapujos.

–Si esto se trata sobre Niall, a delante, pregunta. No tengas miedo, es un tema superado.

–Un momento, ¿cómo sabías que iba a hablar sobre él?

–No es nada personal Harry, normalmente cuando alguien viene a casa y me dice algo así como que es difícil de preguntar, es porque van a hacer una pregunta del estilo.

En ese momento Harry sintió un poco más de calma, el saber que era un tema superado y que ya le habían preguntado antes cosas así lo tranquilizaba. Aunque no iba a mentir, sentía un poco de envidia por no ser el primero en entrevistarla.