6: Duelo de caballeros

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Narra DeathMask:

La noche era muy tranquila, lo único que se puede escuchar era el sonido de algunos animales que estaban cerca de la ventana, no podía conciliar el sueño debido a que podíamos ser atacados por los malignos o lo que sea que estemos enfrentando, en cambio Mina y Amy parecieran ser las bellas durmientes. No me quedo de otra mas que levantarme del sofá en el que estaba descansando, tomar la caja de la armadura y salir a despejar mi mente un rato.

La caminata me llevo al patio trasero del hotel. La luna resalta la flores plantadas junto con el agua azul de la alberca, buscaba algo en que distraerme cuando me percate de algo.

- ¿Esto es....? - dije al ver algo rojo en el suelo, algo rojo que no dude en recoger y percatarme de lo que era - Un pétalo de rosa -.

En es momento pude sentir un cosmos detrás de mi por lo que al voltearme pude sentir que alguien había lanzado algo, no dude en esquivar ese ataque para descubrir que lo que estaba lanzado era una rosa roja.

- Ha pasado tiempo viejo compañero - dijo la voz, esa voz me resultaba conocida.

Ahí visualice a una silueta que estaba cubierta por la tela blanca, era el enemigo pero sabia quien era, portaba su armadura de oro, como fue posible eso.

- Aphrodita de Piscis - dije.

- Aphrodita de Piscis - dije

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- Hola DeathMask -.

- No me digas que ¿Tu eres el enemigo al que la diosa Athena y la Reina Serenity buscan? -.

- Enemigo, no. Simplemente descubrí la verdad de lo que era capaz de hacer la Reina Beryl y Metalia tanto en la tierra como en el Milenio de plata - dijo mientras con los dientes sostenía una rosa roja.

- Aphrodita, estas poseído o algo así no sabes lo que dices, reacciona -.

- Tu eres el que estas mal, DeathMask. Sigues las ordenes de esas tres traidoras... no tendré mas remedio que matarte -.

- Sabes que si nos enfrentamos tendremos una guerra de mil días. No tengo mas remedio que hacerte ver la verdad aunque sea a golpes. Ven a mi, Cáncer - dije.

La caja de la armadura cubrió la noche con su luz y mi cuerpo con la armadura.

- Es momento de partir de aquí. No quiero mezclar vivas inocentes en esta lucha - dije mientras me ponía en pose de combate.

- Bien -.

Utilizando la velocidad de la luz llegamos en cuestión de millas de segundo a un campo abierto.

- Hora de pelear - dije.

De un momento a otro chocamos los puños provocando una explosión sónica.

Narración General:

El estallido de cosmos en los golpes de los dos caballeros y la desaparición de su compañero pondría en alerta a las chicas quienes se transformarían en Sailor Mercury y Venus para salir corriendo al lugar donde se efectuaba la batalla, batalla la cual estaba pareja debido a los grandes poderes que tenían los guerreros hasta que los dos se percataron de la presencia de una niebla que cubría el lugar, las chicas estaban ahí.

El cosmos de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora