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Recostado en el sofá mirando el móvil, sus delgados dedos delineaban con esmero su mejilla sonrojada, siendo esa la que fue besada por el alto moreno que había pisado su hogar, unos sollozos lo alertaron nuevamente, de un salto se levantó, y corrió por las escaleras llegando con rapidez al cuarto del pequeño -¿Qué pasa chiqui?- le preguntó tomándolo en sus brazos -Me desperté y no encuentro a pelusa- contestó restregando sus ojitos con sus pequeñas manitas -Creo haberlo visto en la cocina, ahora bajo a traertelo- dijo con intensiones de pararse, pero alguien lo detuvo -No te vayas por favor, no como antes- al escucharlo entendió porque se había levantado después de acostarlo, normalmente cuando se levanta en la noche, acostumbra quedarse con el hasta media hora después, como para asegurarse que esté bien dormido, pero está vez se fue antes, para acompañar a Samuel a la puerta, tomando como excusa el celular.

-Tranquilo, vamos juntos- dijo para levantarlo, y llevarlo cargado junto a él por su peluche para dormir; ya habiendo hecho dormir a su pequeño, bajo por algo a su cocina, del estante más alto saco un pequeño porta-fotos, de dónde saco la imagen de ahí, admirandola con gran nostalgia, era algo que solía hacer por las noches, durante 4, casi 5 años, a diario, junto a un vaso de ron ocasionalmente; se sentaba en la isla de su cocina observando la fotografía media hora antes de dormir, las lágrimas caían por sus mejillas en silencio, extrañaba a Alexia, pero por su pequeño nunca pudo recaer, debía ser fuerte por él, era lo que más quería en el mundo; antes de ir a su cama a recostarse, paso por la habitación de Alex para ver cómo estaba, desde el marco de su cuarto observó como el pequeño con una de sus manos apretujaba el peluche, y la otra estaba hecha un puño, sacando su dedo pulgar, el cual era succionado por sus labios; después de sonreír con la imagen, se retiró para recostarse por fin en su amada cama, donde había jugado tantas veces con él, para dormir cómodamente hasta el día siguiente.

Samuel:
Tras haber hablado con Willy sobre mi día, y viceversa; me marché a mi habitación a bobear un poco en el celular, hasta quedar dormido; ya el domingo me levanté temprano, Guillermo aún no se levantaba, así que comí un poco del cereal de cobre que tenía, tome un poco de zumo de naranja, y me marché, no sin antes dejar una nota avisando que salía en el recibidor de la casa.
Camine como paseando por la ciudad, la cual aún estaba vacía, por ser un domingo a las 7 AM la hora en la que salí, visualice a lo lejos, un gimnasio que estaba abierto, me dirigí a él con intensiones obvias de comprar una membresía, tal como tenía en Los Angeles, para no dejar de seguir la rutina que llevaba anteriormente; al salir de los informes me lleve conmigo un pase, quería asistir por lo menos una hora al día, así que fui a un mall cercano para comprar ropa para hacer ejercicio, ya que había dejado la mayor parte de ella en mi antiguo lugar de residencia.

Tras estar un par de horas fuera, pase a reposar a la casa que compartía con mi amigo, el cual como sospeche, seguía dormido en su pieza, así que subí a ducharme, después de todo necesitaba relajarme un rato; pasando de eso baje a hacer el desayuno para él, a eso de cuando estaba acabando de servir, algo somnoliento se acercó a la cocina -Bello durmiente, al fin despiertas- mencioné sirviendo un vaso de zumo para acercarselo, al igual que su plato -¿Que hablas? Si son las 10- comentó frente a mi broma -Chaval, que llevo horas despierto, he hecho ruido y ni con eso te has levantado- me senté frente a él en la isla donde estaba reposando -Pero si hoy es domingo- refunfuño comiendo lo que le había servido momentos antes -Hemos vivido juntos, sabes que siempre me levanto tempranito- añadí, al parecer se había olvidado -Como no me voy a acordar, si me hacías ir contigo al gimnasio- dijo criminoso -No seas quejicas, bien que flirteabas ahí- le recordé aquellos tiempos dónde ni sabía hablar el idioma -Va, que bien me acuerdo cuando te tiraron un batido verde- comenté entre risas por la imagen mental que tenía de él con el jugo por todas partes

-Claro, si habrían pensado que estaba colocado– Balbuceó dubitativo sobre su pasado –Va, mañana es tu primer día de trabajo ¿No?– yo asentí –En... Comp-Lab ¿Verdad? Ya ni sé tío, sabes que tengo pésima memoria– comentó –Nada mal, es correcto, voy de jefe– anuncie con aires de ganador, sacando mi pecho hacia adelante –Tontísimo– murmuró, pero lo oí, y le dí un pequeño golpe en la frente, perturbando su desayuno; después se paró para lavar sus trastes –Ni agradeces ¿no?– mencioné molesto, obviamente de juego, como siempre –Bueno, ahora si debemos ir a comprar la semana– informó refiriéndose a la comida que nos hacía falta –Vale, ¿Salimos ahorita?– pregunté bajando de la isla donde me había sentado, por qué si, me senté en el tablero de mármol –Ya estamos despiertos, vamos ahora, que luego tengo que salir a la tarde– comentó –Uh, con tu novia– canturreé entonando una melodía creada en el mismo instante –Serás tonto– mencionó para luego irse a cambiar para poder ir al supermercado de por acá. 


Dormí más de 12 horas, así que perdón por subirlo tan tarde, recién voy a almorzar.

Buzón de sugerencias/preguntas/lo que sea💕

Todo empieza en ti  [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora