-¿Tienes Twitter?- preguntó, dado que se comunicaba más por ahí -Eh... Claro, ¿Te lo pasó?- dudó -Claro- dijo, y ambos sacaron su celular para intercambiar perfiles, a lo que Rubén se puso algo incómodo.
-Ya está, adiós Sam, adiós Rub y Alex, cuídense- se despidió cargando a su hija, desapareciendo entre las personas -Mmm... ¿Natalia?- preguntó con cierto desagrado en su voz -Hombre, no me hace daño socializar un poco- contestó burlón -Eh... Se quedó dormido- observó, aunque Rubén no entendió a qué se refería -¿Mm?- preguntó alzando su cabeza -Alex, se quedó dormido- comentó apuntando con su índice al pequeño, quien yacía encima de su cuerpo completamente inmóvil -Ohh,¿Me ayudas a llevar el morral?- mencionó más sonando a petición -Claro- respondió observando con cierta ternura como acomodaba su abrigo para que proteja del frío al menor -¿Me acompañas a casa?- propuso esperanzado en que su respuesta sea afirmativa.
-Solo si me dejas ir antes por una cosilla al Mercadona de acá junto- pidió en tono de súplica -Claro, de paso compro un poco de leche para cuando lleguemos- ambos caminaron juntos al rededor de dos cuadras, sin darse cuenta que ya iban de la mano; el primero en notarlo fue Samuel, quien no dudó en sacar una foto rápida mientras que Rubén iba distraído; quien diría que cuando Rubén lo noto hizo exactamente lo mismo, siguieron caminando lo poco que les faltaba para llegar, y justo antes de cruzar el umbral de la puerta, el pelinegro tropezó sin despertar el pequeño, el menor trató de no reír, pero le fue imposible, y entraron con aires alegres, formando un ambiente agradable para cualquiera que se los topara -Vamos por lo que necesitas- comentó el castaño sonriendo de lado -Vamos-.
Tras haber comprado lo que necesitaban salieron de la tienda con una bolsa, que contenía dos tarros de fórmula, una barra de chocolate y un sobre de levadura, bolsa que cargaba Samuel junto al morral con las cosas del pequeño; una de las cosas que habían pasado dentro de aquel supermercado, fue que dos chicas empezaron a señalarlos y a sonreír, una de ellas se les acercó a preguntarles si eran parejas, Samuel les negó eso y Rubén solo se sonrojó ligeramente mientras fingía interés en el primer objeto que visualizó para evitar preguntas que no quería responder -Que atrevidas las chavalas ¿No?- comentó tratando de romper el hielo Que se formó tras la pregunta -Eh... Si, algo entrometidas- comentó por lo bajo, yendo hacia donde había aparcado su coche -¿Alex ya almorzó?- preguntó el moreno -Eh, hoy almorzó en infantil- contestó con desinterés -Uh, y ¿Tu ya almorzaste?– Volvió a preguntar sobándose la cien -No, lo olvide por completo, hoy creo que solo cenaré, mira la hora- dijo abriendo la puerta trasera para colocar a su pequeño dormido en la silla de seguridad -Hay que pedir algo de cenar, ¿Te parece?- consultó con el propietario del auto -Claro, pero yo lo pediré- condicionó subiendo ambos al coche.Al llegar a la casa del menor, Samuel lo ayudó a llevar las compras, y a abrir las puertas, haciendo espacio para Alex, quien seguía dormido -Bueno, la comida debería estar llegando en unos minutos- comentó Rubén después de haber llevado a el menor a acostarse -¿Qué has pedido?- preguntó mientras hervía agua, como se lo había pedido el castaño -Comida- canturreo bajando las escaleras hasta la sala que conectaba con su cocina.
Pasaron una tarde amena, entre juegos y recuerdos, algunas quejas por parte de Samuel por haber pedido una comida con muchas calorías "¿Deberas sigues con tu dieta intermitente?" Le preguntó por lo que le comentó Samuel.
Todo marchaba bien, pero al terminar su pizza cuando estaban por ver algo en la TV cuando sonó el timbre, al notarlo Rubén fue a ver de quién se trataba, la sorpresa se la llevó al ver aquella rubia parada en su puerta, con una vestimenta apropiada para una cita, y él... En lo que se podría llamar vestimenta de casa, con unos jeans holgados, y una playera manchada por la comida -Hola- saludó la chica, quien aparentaba ser unos años menor que él -Hola- saludó tratando de arreglar su desaliñado peinado -No lo olvidaste ¿verdad?- preguntó retóricamente -Eh...- antes de responder, una voz se oyó desde dentro de la casa, parecía que se acercaba -Doblas, ¿Todo bien?- preguntó el pelinegro.Sé que es mucho pedir, pero me gustaría que la gente que lee y le gusta, vote la historia 👉👈😳
O la recomiende para que crezca, perdón por pedir tanto...
Buzón de sugerencias/preguntas/lo que sea💕
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Todo empieza en ti [Rubegetta]
FanficRubén y Samuel, un amor de adolescencia que se reencuentra en la etapa adulta. La sorpresa que se lleva Samuel cuando regresa de Los Ángeles después de haberse marchado 10 años atrás dejando al que fue el amor de su vida por un largo tiempo. Planead...